Reino Eranorista de Enrúv y Evníd-Isnúd

El Reino vuelve a sus raíces absolutistas, aboliendo el Parlamento y ejecutando a la gran mayoría de sus miembros durante el 1 e.M. Los tres poderes recayeron en el Rey, Ternlot Igíran, aunque se hicieron órganos especializados para las tareas más rutinarias que no requerían necesariamente de la presencia del Rey. A pesar de estos órganos dedicados a los tres poderes, el Rey tenía voz absoluta sobre cualquier decisión y podía vetar cualquier proceso que deseara.

La cultura de los enruveses e isnudeses bajo el nuevo orden abismal no cambió demasiado durante sus años de vida. Esto se debe a que no se puede cambiar la forma de pensar de una nación entera con un simple cambio de leyes, incluso si utilizara a todo el ejército para obligar a los ciudadanos a cumplir con los estatutos del nuevo régimen. Los habitantes del reino continuaron viéndose como portadores de un legado que no se compara a ningún otro: el del Consagrado Emperador Nulvín. Teniendo los enruveses la sangre nulvina, la salvación, gloria y prosperidad está en la adoración a Erator y el cumplimiento de sus mandatos. Además, la victoria de Nulvín sobre los muertos vivientes y lo eranoristas durante la Maldición de Eneter motivó toda clase de insurrecciones, algunas más o menos significantes. Las relaciones entre el pueblo y el nuevo Rey con su corte fue una de constante conflicto. El pueblo no estaba molesto porque hubiera un Rey, sino porque su Rey no respetaba sus costumbres, pero la desesperanza aprendida con lo largo de los años ayudó a que todos los súbditos finalmente bajaran sus cabezas y se tragaran sus propias opiniones ante la espada del único hombre libre en el reino.

La agenda pública del Reino era la de erradicar con el eratorismo e instaurar el eranorismo filantrópico como la única religión oficial. Los antiguos templos fueron quemados y pronto la Iglesia del Sol Negro y la Catedral de Visnuf fueron erigidas. El Concilio de Cardenales Negros y el Cardenal Supremo fueron puestos creados y asignados por el propio Ternlot Igíran para establecer una nueva forma de Estado confesionista eranorista, donde la Corona y la Iglesia debían trabajar en conjunto: el Rey como soberano únicamente sujeto a los principios del derecho natural y divino, y la Iglesia como la voz de Eranor en el mundo, por lo tanto guiando las correctas conductas del Rey.

El Reino contó con toda clase de fortificaciones que fueron reparadas una vez Ternlot logró la estabilidad de sus tierras. Los bastiones de Evníd, Enrúv y Oifsíd fueron reparados. Otras ciudades importantes fueron mejor fortificadas. Incrementó la producción de armas de fuego y artillería. Los barcos deteriorados y destruidos durante las guerras que consolidaron el poder del nuevo Rey fueron enmendados y nuevos navíos fueron fabricados igualmente. Incrementó el poder terrestre tanto marino de Enrúv mientras que las carreteras y puentes en Evgin eran arreglados para facilitar el comercio entre las diferentes ciudades. La diversa cantidad de recursos que se puede extraer en los territorios del reino también ayudó a que se alzara el comercio con otras naciones gracias a los Puertos de Isnúd, uno de los puntos de comercio internacional más importantes en Nenún. Por último, las siguientes primaveras luego del 1 e.M. no fueron interrumpidas por el Sol Negro, lo cual permitió el florecimiento de la agricultura una vez más en los templados climas de Enrúv y sus cálidas costas orientales.

Orígenes

Consagrado Imperio Nulvino

Los enruvenses fueron originalmente la provincia más importante del Consagrado Imperio Nulvino antes de que el Imperio cayese en la ruina por diversos factores. Fue en Enrúv que Nulvin, uno de los miembros más importantes de la Orden de los Caballeros Grises, tomó la Vieja Corona y se sentó sobre el trono luego de que el último Emperador, quien carecía de hijos para tomar su puesto, decidiera escogerlo como siguiente monarca antes de morir por la Maldición de Eneter.   Enrúv volvió a convertirse en la capital de lo que alguna vez fue el Alto Reino Aratul, el cual abarcó gran parte de lo que hoy en día es considerado el Sacro Imperio Enamés. La provincia enruvense continuó siendo, además, una de las más poderosas debido a su proximidad al Río Edgib y sus puertos en el Estuario de Odvind.  

Fragmentación Nulvina

Tras la disolución del gran Estado Nulvino, las demás provincias del Imperio declararon su independencia. Esta fue la época de la Fragmentación Nulvina, donde finalmente se formaron Estados-naciones separadas tanto de jure como de facto. Es diferente de periodos anteriores en la historia nulvina, pues antes de que el Imperio Nulvín emergiera como una entidad unificada, las provincias de igual manera, a nivel legal, se consideraban un solo reino, incluso si de facto actuaran como monarquías separadas.  

Historia

Tras la Fragmentación Nulvina, Enrúv continuó siendo un estado monárquico regido por el antiguo orden de tres clases sociales: el campesinado (quienes trabajan), el clero (quienes rezan) y la nobleza (quienes combaten). Por supuesto, el sistema era mucho más complejo que esto, a causa de los artesanos y la creciente clase burguesa. No obstante, para la época Enrúv se volvió dos Estados distintos: el Reino de Enrúv, al oeste, y la Mancomunidad Evnídeo-Isnudesa, al este.  

Revoluciones Liberales

Años antes del comienzo de La Cabalgata del Fin comenzaron las revoluciones liberales, las cuales buscaban, originalmente, cambiar el orden social y las leyes del Reino para favorecer más a los burgueses y darle más poder político al pueblo. Para ese entonces, el Reino era regido por los principios del absolutismo monárquico y del derecho divino, con nobles y sacerdotes exentos de pago de impuestos y campesinos y burgueses sin ninguna palabra en los consejos del reino.   Las revoluciones duraron largos meses, y culminaron con la muerte de muchos hombres y mujeres, tanto soldados como inocentes. La monarquía intentó acabar con los líderes de este nuevo movimiento constitucionalista y con los generales del Ejército que se habían puesto del lado revolucionario. No obstante, la monarquía no pudo contra el avance de los constitucionalistas, poniendo suficientes presiones sobre el Rey y forzando la redacción de la Constitución de Enrúv. Un proceso similar se dio en la Mancomunidad posteriormente.  

Cabalgata del Fin

La Cabalgata del Fin tuvo efectos cataclísmicos sobre el Reino de Enrúv y la Mancomunidad Evnídeo-Isnudesa. En el medio de lo que ya era una crisis social por las revoluciones liberales (los conflictos entre la realeza y la burguesía), ocurren toda clase de catástrofes por el territorio enruvense: las pestes y plagas resurgen, la población es abrumada por la Paranoia de la Pesadilla Eterna, fuego cae de los cielos, el cielo entero es ennegrecido por varios días, una luna es destruida y las Legiones del Abismo bajan al planeta.   El caos es aprovechado por los nobles y pronto se sabe que incontables miembros importantes de la burguesía en Enrúv han sido ejecutados de forma sistemática. El caos arrasa con la monarquía y comienzan los conflictos intestinos nuevamente. Pocos días después de firmar las declaraciones y actas que establecen la República, las fuerzas de Ternlot Igíran marchan a la capital y los autoproclamados hombres libres vuelven a sus cadenas bajo un nuevo Amo. La supremacía de Ternlot se estableció luego de la Marcha Abismal de Ternlot Igíran y la Guerra Isnudo-Enruvesa.   Los documentos fueron quemados y los hombres que intentaron acabar con la monarquía fueron ejecutados públicamente. Sus nombres y rostros fueron arrojados al olvido; ningún registro histórico queda de aquellos que lograron acabar con la realeza en el último momento y establecer una nación democrática.   La nobleza nulvina creería que Ternlot y sus horripilantes y viciosas tropas estaban a su favor, pero lo cierto es que los aristócratas del Antiguo Régimen fueron todos reemplazados por la nueva Nobleza Abismal.  

Los Años de la Vergüenza

Fue un periodo que siguió la llegada de las Legiones Abismales en Enrúv. Aunque fue algo que sucedió a escala global con todos los abismales, cada Reino lidió con esto de diferentes maneras y con diferentes conclusiones. En el caso del Reino de Enrúv, Ternlot fue rápido para atacar el problema una vez las cosas escalaron demasiado, lo cual dio comienzo a una guerra civil entre los Reformistas y los Hedonistas, en la cual intervinieron las Ciudades Libres Ravnesas, debido a que Tiefland fue atacada en un punto por hordas de Hedonistas. Las guerras intestinas, conocidas como la Guerra de las Concupiscencias, terminó con la victoria de los Reformistas, la consolidación del poder de Ternlot, y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Enrúv y las Ciudades Libres Ravnesas.  

Las Guerras Enamesas

Fue una serie de conflictos bélicos en los que el Reino de Enrúv se enfrentó a los demás reinos nulvinos con el fin de expandir sus territorios y formar el Consagrado Imperio Enamés. Las campañas militares fueron dirigidas por Ternlot Igíran, las cuales resultaron en victoria tras victoria para el pronto Emperador a causa de la superioridad logística, disciplinaria, tecnológica y económica de Enrúv. Con el final de las Guerras Enamesas llega el final del Reino de Enrúv, el cual se transforma en el Sacro Imperio Enamés.

Se "disolvió" en el momento que transmutó a la Sacra Enám tras el final de las Guerras Enamesas.

La mayor parte de la población es nulvina. Las siguientes mayorías incluyen abismales, aldaros, tédricos, alaíreos y darminos. Con el pasar del tiempo los darminos comenzaron a migrar al norte, buscando huir hacia sus tierras natales en Dharmim. Las minorías raciales incluyen a los nenlóreos y kashatis.

La región principal del Reino de Enrúv es la Provincia del Oeste de Enrúv, la cual abarca la capital y varios pueblos rurales pequeños próximos. Además de esta, Enrúv se divide en tres territorios más: la Provincia de Oifsíd, la Provincia de Evníd y la Provincia de Isnúd. Estas provincias también son conocidas como ducados, salvo por el Oeste de Enrúv, la cual se le llama Gran Ducado de Enrúv. Como es obvio ya, cada provincia es regida por un duque, y debajo de cada duque hay una serie de condes que, a su vez, tienen debajo de ellos conjuntos de barones que rigen sobre pequeñas extensiones de tierra. Además de los barones, están los señores, quienes están debajo de estos y son quienes lidian directamente con el campesinado.  

1. Reino de Enrúv
2. Ducado de Oifsíd
3. Gran Ducado de Evníd
4. Reino de Isnúd

El Ejército de Enrúv estuvo compuesto, en parte, por el Cuarto Cuerpo de Ejército Obsio y por los ejércitos regulares de Enrúv, Isnúd y Evníd. La combinación de los remanentes de estas tres fuerzas más su posterior expansión a lo largo de los años (especialmente durante la Paz Abismal) y las fuertes políticas militaristas llevaron a la formación de una armada sumamente entrenada y disciplinada que confiaba en las decisiones militares de su Rey tras sus numerosas victorias durante la Marcha Abismal, la Guerra Isnudo-Enruvesa y la Guerra de las Concupiscencias.

En cuestiones de medios de transporte aéreo y terrestre, el Reino llegó a contar con trenes, diversas vías férreas, cuadriciclos como los de Ford, dirigibles, autobuses de vapor, faetones, carruajes con motores de vapor, automóbiles como La Mancelle, La Marie-Anne y la Rapide de Amédée Bollée.   Más allá de los vehículos, han ocurrido otros inventos como los generadores eléctricos dinamos, las máquinas de coser, máquinas de fabricación de hielo de éter (refrigeradores rudimentarios), llaves inglesas, calculadoras mecánicas, telégrafos, daguerrotipos, la cianotipia, engrapadoras, el caucho vulcanizado, las ruedas de este material, los giroscopios, lavadoras rotativas rudimentarias como las de Hamilton Smith, las cerraduras de cilindro, plásticos, latas con abridor de llaves, máquinas de escribir rudimentarias, el alambre de púas, los primeros teléfonos, las películas, los bombillos y otros inventos asociados con el siglo XIX.

Antes de la llegada de las Legiones Abismales, el Reino de Enrúv fue un territorio oficialmente eratorista, con una minoría demográfica que abarca menos del 10% de la población compartiendo otras religiones, entre las que se incluyen: devonismo, adoración a Eith, adoración a los espíritus hircenos, adoración a los panteones osos, eranorismo filantrópico clásico y otras creencias predominantemente darminas y aldaras. Tras la llegada del nuevo Régimen Abismal, el eranorismo filantrópico se convirtió en la religión oficial.   Un pequeño periodo en la larga historia de los nulvinos. El Reino de Enrúv fue un espacio de constantes conflictos internos desde la Fragmentación hasta que Ternlot Igíran tomó el poder, estableciendo una monarquía absolutista que prescindió de la joven Constitución por la que tantos burgueses y ciudadanos lucharon y perdieron la vida.

Sus relaciones diplomáticas fueron amistosas con la Unión de Ciudades Libres Ravnesas debido al Tratado de Tiefland. Empero, en el norte el Reino desarrolló enemistades con todos los Generales Abismales y los territorios bajo sus cargos.

Periodo constitucionalista

Antes de las revoluciones liberales, Enrúv fue una monarquía absoluta (cosa que volvió a ser luego de la llegada de las Legiones Abismales). No obstante, las presiones por los burgueses y el pueblo llano llevaron al Rey a realizar una serie de cambios en la forma de gobierno establecidas por la nueva Constitución. Entre esos cambios, se estableció un parlamento de dos cámaras: la Cámara Baja y la Cámara Alta.

• Cámara Baja: Escogida por quienes pagan impuestos, los cuales se dividían en tres clases dependiendo de cuántos impuestos pagan. Aquellos que pagan mayor cantidad de impuestos tienen más poder para votar, lo que significaba que aproximadamente un cuarto de los contribuyentes podían escoger 85% de la legislatura. Esto significaba mayor poder para la clase alta, lo cual dejó al campesinado en el mismo lugar que siempre estuvo.
• Cámara Alta: Los miembros de esta cámara fueron designados directamente por el Rey. Este mantuvo completa autoridad ejecutiva sobre esta Cámara y los ministros respondieron únicamente a él.

  Esta Constitución facilitó que el sistema feudalista perdurara a pesar de los cambios hechos al sistema de gobierno por las revoluciones.  

Régimen Abismal

Con la llegada de Ternlot Igíran, se convirtió en una forma de feudalismo burocrático bajo una monarquía absolutista, prescindiendo de la antigua Constitución. Los intereses de la clase gobernante, la Nobleza Abismal, radicaban en la supresión de deseos por libertades individuales y derechos democráticos. El Estado policial enruvense mantuvo estricto control sobre la sociedad, particularmente a través de la supresión de las libertades civiles y por medio de una policía secreta, además de una gran inversión y despliegue en mecanismos de vigilancia.

Originalmente Enrúv fue un poder predominantemente agricultural. La llegada de inventos, principalmente de la Unión de Ciudades Ravnesas, inspiró a Ternlot Igíran a poner más énfasis en el avance del sector industrial hasta crear una de las regiones más avanzadas a nivel tecnológico.

Diferentes acuerdos comerciales fueron hechos con la Unión de Ciudades Libres Ravnesas. Diversas rutas comerciales se formaron a través del Río Edgib y sus diferentes puentes. Rutas comerciales también conectaron las diversas ciudades del reino a través del Río Evgin. Con la creación de los trenes se formaron varias rutas como la Vía EOIN y el Ferrocarril Provincial Enruvés. Todo esto acortó las distancias entre las diferentes ciudades enruvesas, así como también las del Reino con Estados aledaños. Además de estas vías terrestres, también existieron vías marinas que se aprovechaban de los diferentes ríos que cruzan por Enrúv y del vasto mar que se extiende al oriente. Los barcos que provenían de Ordem y el Álairil eran los que más ingresos traían a Enrúv gracias a los puertos de Isnúd.

El aldeano promedio no sabía leer y escribir. Parte de la clase trabajadora en las ciudades sí tenía ese privilegio, pero el porcentaje no era ni siquiera mayor al 70%. En cambio, los burgueses y aristócratas nobles saben leer y escribir en su totalidad, salvo por algunos casos aislados de personas con discapacidades mentales dentro de la aristocracia. Además de esto, las clases altas tenían acceso a las universidades y tutores personales que les permitían indagar en las ciencias, historia y filosofía; lo mismo no se podía decir de las clases bajas.