Montañas Oraniad
Las montañas Oraniad se extienden por la ladera este de Oreskos. Si bien no comparten la oscura reputación de su vecina occidental, son el territorio más peligroso. Altas y atemporales montañas, se dice que las Oraniad están más cerca de Nyx que cualquier otro punto de Theros. Antiguos santuarios yacen entre los solitarios picos, cuyos orígenes se han perdido en la memoria mortal y sus salas están embrujadas por misteriosos fenómenos sobrenaturales. Un viajero podría encontrarse con un santuario dedicado a un dios olvidado, solo para descubrir que ha desaparecido al mirar atrás. Los viajeros también podrían vislumbrar criaturas misteriosas aquí, seres que deberían haber pasado hace mucho tiempo a Nyx, o que se han escabullido del reino divino antes de que los dioses quisieran que aparecieran en el mundo.
OJO VACÍO
En el extremo occidental del punto más ancho de la cordillera Oraniad se alza su pico más alto, un volcán extinto, imponente y de laderas lisas. Su caldera es un agujero oscuro y profundo, y ninguna expedición enviada para sondear sus profundidades ha regresado jamás.
NYKTHOS
Nykthos es un punto de conexión entre el reino mortal y Nyx. El sitio lleva el nombre del primer nacido de Nyx, un artesano divino encargado de construir altares a los dioses para que pudieran ser adorados por los mortales.
Construido en una vasta llanura en lo alto de las montañas, el templo forma un imponente semicírculo sobre un campo de mármol estrellado. Su ubicación en la cima del Monte Carian le ofrece una vista despejada del horizonte en todas direcciones. Estatuas de dioses, campeones y oráculos adornan el santuario, y cada deidad tiene un altar en una alcoba distinta. Imponentes columnas de luz se elevan desde cada altar y se desvanecen en el cielo nocturno estrellado. Invisibles en el cielo, estos pilares conectan con sus homólogos en un templo idéntico en el vestíbulo de Nyx, la entrada, por así decirlo, al reino de los dioses. Las pocas almas valientes que completan una peregrinación a Nykthos y duermen en la cima experimentan sueños extremadamente vívidos con entidades divinas, a veces hablando con los propios dioses o teniendo visiones del futuro.
ESCALERAS DEL FÉNIX
Una inquietante formación natural de pilares hexagonales crea una escalera natural que sube a un pequeño pico volcánico en las Oranías. Un fénix anida en la caldera de la cima, cuidando su preciado huevo. Las plumas de fénix alcanzan altos precios en los mercados de Theros, aunque la desgracia acecha a quienes ascienden a la guarida de la criatura, incluso si solo logran obtener una pluma.
CORAZÓN DEL INVIERNO
Entre las Oranías del norte se alza una montaña azotada por la ventisca que se asemeja a un volcán. Sin embargo, lo que emana del cráter no es fuego. El interior de la caldera está cubierto de hielo tan frío que congela todo lo que toca. Incluso los vapores que emanan causan congelación instantánea. En el corazón del volcán se alza una estatua de cristal de una figura inquietante y andrógina que ofrece una corona de diamantes. Nadie que haya intentado reclamar este extraño don ha sobrevivido. Incluso los dioses se muestran reticentes a hablar del lugar, negando su existencia o hablando de él con vergüenza.