Rausis

Sus dominios principales son la destrucción y el horror. Su mera presencia es motor de miedo en las desdichadas almas frente a quienes se aparezca. Sus poderes le permiten asfixiar a sus víctimas, así como también puede utilizar su cuerpo para cubrir un área y mermar la visión de los que se encuentren en ella. Se considera una de las diversas diosas abismales de la guerra.

La Marca de la Bomba es el símbolo principal que la representa. Esto se debe a que las bombas son índice de que pronto habrá humo arrebujando una región, y el humo es considerado evidencia de su presencia. Este tatuaje solía ser llevado únicamente por los miembros del Sínodo de las Precursoras de la Destrucción y otros seguidores aislados en la Sacra Adomek.   Hoy en día, las nuevas precursoras también llevan la Marca de la Bomba.

Los dogmas de la fe de Rausis son los mismos que el de el eranorismo filantrópico clásico. Rausis es solo una versión más caótica y sanguinaria que los eranoristas nenúnicos originales, o al menos en su enfoque. Mientras lo eranoristas ven su labor de extinguir la vida como una tarea divina que deben cumplir, les guste o no, Rausis y sus seguidores tienden a conseguir placer en lo que hacen. Se dice que todas sus seguidoras, hasta el momento, han sufrido de trastornos tanatofóbicos obsesivos, solamente para luego ser embargadas por un cuadro de síntomas tanatofílicos. Una vez la nueva enfermedad las agobia, sus pulsiones de la muerte traídas al consciente las llevan a causar estragos por medio de las habilidades divinas que reciben de Rausis.   Es importante entender el placer en la destrucción de las seguidoras de Rausis. Como el filántropo que se regocija por donar millones a una caridad, o como el que ayuda a una comunidad entera, las seguidoras de Rausis (como las Precursoras) ven en las bombas el método más rápido y eficaz de acabar con el sufrimiento. Mientras que el nigromante debe cazar a los vivos, despertando una aflicción mayor en los familiares aún vivos de quienes mueren por sus manos, la precursora acaba con familias y vecindarios enteros en solo cuestión de segundos. No hay un solo instante para sufrir en el momento que las bombas son arrojadas; y todo acaba en solo cuestión de segundos.   De esta forma, Rausis es una versión mucho más "benevolente" que el propio Eranor, pues Rausis ha perfeccionado la forma de acabar con el sufrimiento a escalas mayores por medio de las bombas. Rausis, por lo tanto, es la diosa de la paz; aquella que traerá el paraíso de oscuridad eterna carente de sufrimiento para todos con el pestañeo de una orquesta de explosivos.

Los dogmas de fe de Rausis son los de cumplir la voluntad de Eranor por medio de sus propios poderes. El fin de los seguidores de Rausis es ser herramientas para la completación de los deseos del Amo, lo cual quiere decir que sus creyentes deben acelerar la llegada del Fin. Mientras que haya vida, quienes la adoran deben continuar esforzándose por acabarla y, solo al final, terminar consigo mismos.