Rinavel

El Imperio Tyraliano es extenso, su influencia repartida en siete provincias. Al norte, los todavía salvajes Páramos Frigidos son una fuente de recursos y trabajo. Al oeste, funcionando como frontera al Cónclave, Callidus. Al sur, efrentándose al Dominio, Vhen. Luego, Dwindalia, el archipielago imperial, donde late el corazón del Nuevo Mundo. Son las tres provincias restantes, Figium, Equinox y Rinavel las que forman el cuerpo de la superpotencia.   Estas fueron establecidas una detrás de la otra durante los primeros años de la segunda conquista de Tyr. Después de Dwindalia, Figium, luego Rinavel y finalmente Equinox. Bordeando el Mar Tyrant, se fundó Ciádame, en la isla de Cidrael, que durante un siglo supervisaría los asentamientos construídos tanto en Rinavel como en demás provincias. En cuanto al cuerpo principal de esta provincia, no mucho puede decirse. Sus extensos bosques hacen la regulación dificil, y al ser una de las tierras ya hace tiempo dominadas, no muchos le prestan atención.   Cuenta con apenas ocho asentamientos, desde pequeños pueblos a ciudades y bastiones. Al norte, uno puede encontrar el pueblo pescador de Razet, asentamiento de misionarios que se alzó bajo la sombra del Archipiélago Imperial. Cerca de este último se alza el temido Bosque de Piedra, un terreno siempre cargado de niebla, con árboles petrificados de hace siglos atrás. Las colinas hacen que el pasaje sea dificil, y la logística suele fallar una vez dentro. Por esta razón, se considera el Bosque de Piedra el límite entre Rinavel y Figium, y raros son los viajeros que deciden cruzarlo en vez de tomar un barco desde Razet hasta Puerto Illis.   Del Bosque de Piedra se cuentan temibles historias. Demonios, fantasmas, y aún peores monstruosidades fueron avistadas por a través de la niebla. Razet suele contratar mercenarios y bandidos seguido para ayudar a combatir a las criaturas que de allí surgen. La defensa de este pueblo es vital para la región, si no por su poder económico, por su posición estrategica.   La ciudad de Ankev, en la costa, es el corazón de la región, mismo si Ciádame es la capital oficial. Al ser la ciudad más grande de la provincia, es fácil perderse. Muchos la consideran una sombra, un paso previo a la isla de Cidrael; son quienes verdaderamente conocen Ankev que la aprecian por ser exactamente eso. Una sombra. Un reflejo.   Hablar de Ciádame es como hablar de cualquier capital regional. La isla de Cidrael es casi otra provincia. Desde esta capital, el Delegado Provincial Thomas Ferjen procura mantener el orden y la paz en la región, centrado principalmente en la defensa marítima del Canal Bodoc y del Mar Tyrant, por su proximidad a las zonas de guerra de Vhen. Gran parte del trabajo de Rinavel es proveer recursos para dicho conflicto, y es un miedo común el de ser enviado al frente para los ciudadanos de Ciádame o Ankev.   Por los pequeños pueblos de Wellingham, Cauce Boscoso y Lydia suelen pasar reclutadores de los Escudos Dorados, la armada imperial. Es recientemente, hace no más de 5 años, con la reforma de la Inquisición bajo el Apotecario Inferia que los reclutadores fueron reemplazados por Inquisidores. Rinavel, como provincia, es una de las zonas más concurridas por los capítulos de la Orden Inquisitor, tanto como Figium y Equinox.   Es al llegar al Fuerte Ormon, en la frontera con Vhen, que el valor militar de Rinavel se vuelve evidente. Por las islas y pantanos del frente de guerra con el Dominio es dificil acceder, y ni hablar del terrible y agobiante río Bellisar, tanto como la cuenca. Es mediante los grandes puentes y el Fuerte Ormon que se accede de manera segura a Vhen, por lo que allí se suelen acumular nos nuevos reclutas de todo el Imperio.   En cuanto al Río Bellisar, pocas personas tienen el valor como para atravesarlo, en cualquiera de sus cauces. Se dice que, en medio de la cuenca, una pesada niebla esconde espiritus y fantasmas, sonidos que hacen eco en los puentes de Vhen y son llevados por el viento a los pueblos de Rinavel.   Bordeado por la Cordillera de Aman, se encuentra el pequeño pueblo montañoso de Krath, ultimo asentamiento de Rinavel. Allí se extienden grandes minas de carbón todavía no explotadas, lo que en el Imperio no suele ocurrir. Son nativos, además de colonos, los que formaron su sociedad alrededor de la montaña y en lo profundo de los bosques. Últimos acontecimientos, sin embargo, han cubierto al pequeño pueblo de sombras y misterio. Ya nadie puede concectar con quienes alguna vez allí vivieron, y todo viajero que por allí deseó pasar no volvió a aparecer.   Los bosques de Rinavel se han ponido cada vez más peligrosos. La Inquisición le presta particular atención a dichos eventos, y tres diferentes capítulos fueron allí despachados en el último mandato del Gran Maestro de la Inquisición, el Apotecario Inferia, hace ya unos meses. ¿Qué atrae tanto al ojo del Emperador de estos bosques y pueblos periféricos? ¿Por qué Rinavel, que hasta hace poco había perdido el interés de las fuerzas Imperiales, ahora es tan concurrida? Poderes previamente estancados deberán moverse. Sociedades secretas desaparecer nuevamente.   Las tierras salvajes en las que Rinavel se había convertido ahora se enfrentan al Martillo de la Inquisición.