Culto Imperial Enamés
Disolución
El culto imperial enamés cesó con la institución de la República del Sol Negro. Esto se debe a que la Iglesia del Sol Negro consideró la sangre de los descendientes de Ternlot muy corrompida como para seguir siendo dignos de adoración o de tomar el trono. Por esto, la Iglesia comenzó a reconocer a Ternlot como el único Emperador legítimo y todos los demás como fariseos que solo aprovecharon su situación de poder para adelantar sus propios intereses. Ternlot es el único Emperador al que se le sigue rindiendo culto, y existe una secta entre la Iglesia del Sol Negro que aclama que pronto vendrá un "mesías oscuro" enviado directamente por Eranor para enmendar los errores de la dinastía Naukhúsh-Igíran y continuar la tarea que Ternlot dejó pendiente tras su muerte.
Mitología e historias
El Estado enamés promovió la idea de que Ternlot Igíran fue un enviado directo de Eranor. Si bien todos los generales abismales fueron "enviados por Eranor", solo Ternlot fue iluminado para poder asegurar que los deseos del Amo se cumplieran en el mundo. Los promotores del culto imperial afirmaban que la unificación de los Estados nulvino-abismales durante las Guerras Enamesas fue necesaria para que la voz del Señor se cumpliera, y que la voluntad de Eranor era más importante que la soberanía de unos Estados mal administrados.
Si bien los Emperadores no eran considerados dioses completos como para sentarse sobre la Iglesia, pues el mismo modelo de Ternlot estableció a la Iglesia como superior a la Corona, estos eran considerados de sangre divina. Todos los que fueran descendencia directa de Ternlot Igíran llevaban la bendición de Eranor marcada en cada una de sus células. Una parte de Ternlot existía en cada uno de sus descendientes, lo cual los hacía dignos del trono de Enám.
Orígenes divinos
Los orígenes del culto imperial en Enám se ubicaron en el periodo tras la muerte de Ternlot Igíran. Su hija, Merég Igíran, aspiraba a tomar el trono y las personas comenzaban a cuestionarse por qué debería ella tomarlo y no alguien más. Aunque la Constitución emitida por Ternlot era suficiente justificación legal, Merég promovió una nueva religión de Estado justificando su título por compartir su alma con la de su padre. Al ser hija de Ternlot, su espíritu hacía parte de su alma, lo cual quería decir que el hecho de que Merég gobernase era como si una reencarnación de Ternlot lo hiciera. A partir de esto comenzaron toda una serie de prácticas litúrgicas y se construyeron diversos monumentos para adorar a Merég no solo como una Emperadora sino como una elegida del Amo por ser hija de Ternlot Igíran.
Culto
El culto imperial implicaba una serie de actos litúrgicos. Entre ellos, la prosquinesis era el más común: las personas rendían saludo y respeto al Emperador postrándose ante él por al menos cinco segundos, con la cabeza agachada y sus rodillas junto a las palmas de sus manos en el suelo.
Debido a la definición de los hijos de Ternlot como sus reencarnaciones, la dinastía de los Naukhúsh-Igíran se solía considerar la línea de los Ternlot. A veces, en vez de llamar a un Emperador por su nombre (Emperador Emroma, Emperadora Merég, Emperadora Natrish...), se les refería por el nombre de Ternlot. Entonces, incluso al dirigirse hacia Emroma, una persona podría dirigirse a él como "Su Majestad Ternlot" y no habría problema.
Otras formas de adorar a los Emperadores era por medio de los Santuarios Imperiales. Existían santuarios para cada Emperador desde Ternlot hasta Emroma y Natrish. Mientras que en las zonas dominadas por Emroma se mantuvieron los santuarios en su nombre, aquellos ubicados en los territorios de la Iglesia del Sol Negro fueron destruidos (lo mismo con los santuarios edificados para Merég). En cambio, en estas regiones se habían erigido santuarios a Natrish.
Estos santuarios eran lugares de adoración para cada Emperador específico, donde reliquias y otros objetos asociados con él eran contenidos. Los santuarios se ubicaban dentro de Iglesias dedicadas a cada Emperador igualmente. Entonces, en una iglesia en honor a Merég habría un santuario para ella. Cada una de estas iglesias tenía a un Sacerdote Imperial designado por el Concilio para administrar sus bienes y dinero, así como también para supervisar la liturgia. En estas iglesias se adoraba a los emperadores por medio de sacrificios, quema de incienso y ofrendas.
Durante los natalicios y las muertes de los Emperadores se hicieron sacrificios y ofrendas de mayor escala. Todas las empresas debían respetar las fechas importantes del culto imperial: el natalicio y muerte de Ternlot y de Merég, y los natalicios de Emroma y Natrish.
Sacerdocio
Los Sacerdotes Imperiales eran quienes supervisaban y ejecutaban las ofrendas, sacrificios y quema de incienso en las iglesias. Estos eran escogidos por el Concilio de Cardenales Negros, y existía al menos uno para cada Emperador en cada ciudad importante. Por ejemplo, en la Provincia Capitolina existió una Iglesia para cada Emperador en Oifsíd, Evníd, Isnúd y Enrúv. Los Sacerdotes Imperiales solían vestir túnicas con los colores de la bandera enamesa y, además, llevar bastones de plomo con el sol negro en la punta superior.
DISBANDED/DISSOLVED
El culto imperial enamés se refiere a la adoración de Ternlot Igíran y sus descendientes: Merég, Emroma y Natrish. La Iglesia del Sol Negro condenó la adoración de Merég y Emroma, promoviendo la de Natrish, mientras que Emroma claramente condenó el culto a su hermana Natrish. Existieron iglesias que contenían santuarios imperiales y cuyo único propósito era la realización de sacrificios y ofrendas semanalmente para rendir honor y adoración a los emperadores. Una persona podía ser castigada, exiliada o ejecutada por negarse a participar en el culto imperial. Desde la instauración de la República del Sol Negro, solamente se mantuvo el culto a Ternlot.
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