Khalid Khanum

 

Vida Temprana

Khalid creció rodeado de fiestas e historias de grandes hazañas cuando sus padres volvían a casa, disfrutando y aprendiendo de la música de su tío y todas las historias que este conocía. El pequeño pronto encontró su pasión y vocación en las artes, pero nunca dejó de sentirse frustrado por no conseguir estar a la altura de las expectativas que creía que tenía su padre en él; siempre fijándose en el leve gesto de decepción de Aydar cuando les intentaba enseñar a pelear a Amirah y él, cuando Khalid caía al suelo tras cada combate, siendo vencido por su hermana en cada ocasión.   Había expectativas que el resto del mundo tenía puestas en él, al menos hasta que le conocían y se daban cuenta de que nunca estaría a la altura del poder de sus padres. Siempre pensó que nunca sería tan fuerte como Aydar, ni tendría la potente magia de Rabia.  

Engastados

Durante su estancia en el Castillo Borgis, en el 603 dct, durante una cena privada con Rabia, Aydar y Shiron, Lord Fergus Borgis fue inducido en un estado de letargo e inconsciencia a causa de un anillo maldito. Ya que ni Rabia Khanum ni Aydar Rakkan fueron encontrados, la consejera del Lord, Senna, se puso al frente de la situación y encarceló a Shiron pensando que tendría algo que ver con el atentado.   Mientras Khalid era ajeno a todo, habiéndose marchado de fiesta a un pueblo cercano con Kelro y su recién amigo de copas el capitán Caspian, Balder Alwyn llamó a los mejores clérigos de la ciudad y él mismo trató de sanar a su tío para sacarle del estado vegetativo en el que se encontraba, pero todo fue inútil. Bajó a las mazmorras y le pidió explicaciones a Shiron, que le convenció de su inocencia, y de pedirle ayuda a su sobrino Khalid Khanum. Balder accedió a dejar que Shiron le mandara un mensaje a espaldas de Senna, en un desesperado intento de que alguien ayudara a su tío.   Cuando Khalid llegó a Emossa Senna se mostró seca y desconfiada con él, pero Balder trató por todos los medios calmar la situación y darle un voto de confianza a su viejo amigo de la infancia, aunque este no pareciera recordarle. Después de que el bardo hablara con Shiron y tratara de ahondar en la mente del lord, el paladín le sugirió acompañarle en su investigación, asegurando que no pretendía supervisarle, sino simplemente tratar de ayudar. Esa noche, Khalid encontró un extraño libro de magia al que le faltaban algunas páginas.   Khalid, Balder, Kelro y Caspian a hablar con la Tiburona de Ceniza en el puerto, y tras descubrir que Rabia y Aydar habían tomado un barco a las islas de Myria poco antes de desaparecer, decidieron embarcarse para buscarles. Tras llegar a las Islas de Myria, el grupo fue capaz de detener a Melaak, un nigromante que había poseido a Rabia a través de un antiguo libro para usarla y completar un ritual de resurrección, absorbiendo la energía vital de Lord Fergus y otras cuatro personas a través de unas gemas de alma. Durante el combate consiguieron reducir a Rabia, pero Meelak pasó a controlar a Balder, que atacó al grupo en contra de su voluntad mientras este trataba de destruir las gemas y detener el ritual.   Con una estocada final, Caspian logró destruir la última y Meelak y su libro fueron reducidos a cenizas. El grupo volvió a Emossa junto a la capitana y los padres de Khalid, y fueron recibidos como héroes por un ahora sano Lord Fergus Borgis, que celebró una fiesta en su honor.  

Aventuras por el Reino

  Tras esta odisea, Balder y Khalid recorrieron juntos el Reino de Lessa, viviendo aventuras y desventuras, compartiendo sus victorias y sus derrotas, y encontrando el uno en el otro una comodidad y una confianza que no habían sentido nunca en el pasado. Pasaron cuatro años ayudando a la gente del reino y enamorándose en el proceso, hasta que en el 607 dct Lord Fergus Borgis enfermó, por lo que ambos volvieron a Emossa para que Balder pudiera cumplir su deber como heredero de su tío.