Parco y de pocas palabras, el Cazador se unió a Los Filos Libres con motivo desconocido. Perteneciente a una clase guerrera de las que se habla más en las leyendas que en el día a día, el mestizo de orco se ha ganado un lugar entre sus compañeros como un luchador letal y decidido.
 
01 Crepuscular, 1842 / Crónica de los Filos Libres / CFL11: La bestia del Froubez

La primera aparición de Gozer fue siguiendo los rastros de la bestia del Bosque de Froubez. Acostumbrado y entrenado para matar bestias y monstruos, enfrentarse a un enemigo al cual no debía matar provocó frustración en Gozer, y un conflicto: guerrero solitario, ahora se veía enfrentado al sentido de camaradería que compartían sus compañeros, no sólo con él, si no también con el sujeto al cual se enfrentaban.
 
12 Crepuscular, 1842 / Crónica de los Filos Libres / CFL13: Víspera de la Conciliación

Hosco y callado, Gozer evitaba hablar de su pasado. En la comunión de los espíritus, durante la Víspera de la Conciliación, el joven volvió a ver a su familia y, de cierta forma, pudo descansar de su carga. Siempre se culpó de su muerte, y de haberse puesto a salvo. Ahora supo que su familia no lo culpaba.
 
2 Iluminación, 1842 / Crónica de los Filos Libres / CFL23: Ratas en las tinieblas

Curtido en muchas batallas, para Gozer supuso un duro golpe saberse enajenado. Cuando su mente se nubló y perdió el control de sí mismo, el joven comenzó a desarrollar una aversión hacia la magia que trasteaba con su cabeza. Aversión que se vería reforzada con el paso del tiempo.
 
20 Oscuridad, 1842 / Crónica del Caos / CdC17: Es este el final?

Gozer había demostrado ser un guerrero capaz y arrojado. Pero a todo perro le llega su hueso. En el Templo del Odio Aullante Gozer luchó hasta morir, yaciendo en el suelo ruinoso, pero otorgando a sus compañeros el respiro suficiente para huir. Y malheridos, con prisa y sin pausa llevaro a Gozer hasta Posada del Cruce con la intención de salvarlo. Pero tanto Arewis como Tugor Martillo de Guerra tenían el mismo diagnostico: Gozer había muerto. Eso, hasta la aparición de Will Harrow quien, utilizando extraños artilugios y oscuras ciencias, devolvío la Esencia de Gozer a su cuerpo... el semiorco no recordaría nada.
 
3 Invocación, 1842 / Crónica del Caos / CdC19: Jugando con fuego 

Gozer siempre disfrutó de un buen combate. Sobretodo mientras más caos involucraba. Y aquella ocación, en las forjas del Templo de la Llama Eterna fue una apoteosis del caos. Una cacofonía de luchadores, cada cual más fuerte, enfrentándose unos con otros, y con el peligro de caer a la lava ardiente. Una experiencia que Gozer recordaría largo tiempo...