Catedral de Agose
La catedral de Agose, situada sobre una colina a las afueras del pueblo de Fenden fue antaño una de las más importantes e imponentes del culto Aphisehn.
Aunque hoy en día, toda su majestuosidad descansa en forma de ruinas a la merced de la intemperie.
Aunque hoy en día, toda su majestuosidad descansa en forma de ruinas a la merced de la intemperie.
Historia
Construida en los inicios del Imperio de Árbos, un sacerdote tuvo una visión: "Construyeme el templo más grande y majestuoso que nunca verá la humanidad." Y junto a su credo se encargaron de levantar la catedral de Agose.
Hace más de 500 años, durante la Guerra de las Dagas Ardientes. Un destacamento de incursión del Reino de Cantora quedó atrapado en territorio de Árbos. Tras varios días de vagar bajo una lluvia eterna, llegaron a la catedral de Agose. Estaban heridos y hambrientos. Sabiendo que nadie les daría cobijo al pertenecer a la nación enemiga, decidieron asaltar la catedral. Mas no se esperaban encontrarse con, la sacerdotisa Brine Odehart, que en esos momentos era la regente máxima de la catedral, se mostró compasiva a seguir los buenos caminos Aphiel. Otorgandolés comida, bebida y asilo. Maravillados por la generosidad de la sacerdotisa los hombres abandonaron toda intención de participar en la guerra.
Sin embargo, el ejército santo de Árbos, descubrió que el destacamento del enemigo se encontraba alojado allí, por lo que tachó a la catedral y todos sus habitantes como herejes. Atacando la catedral y reduciendola a una pila de cenizas y escombros, matando a todos los que se encontraban en su interior.
Durante los últimos instantes de vida, Brine rezó a los doce aspectos de Aphiel en busca de salvación. Pero lo que obtuvo, estaba lejos de ser lo que pedía.
La maldición de Agose
La maldición de Agose, se remonta mucho más atrás. Antes de que el primer sacerdote, tuviera la visión para construir la catedral en ese punto específico. Los habitantes más antiguos tenían un nombre para la colina dónde se construiría la catedral, la colina de los lamentos. Contaba la leyenda que si te acercabas allí lo bastante podías escuchar una voz lamentandose y pidiendo ser liberada, todo aquel se acercaba allí se acababa volviendo loco si pasaba el tiempo suficiente bajo la influencia de esta.
Haciendo caso omiso a las advertencias, el sacerdote levantó una catedral imponente y para la de todos las voces desaparecieron al poner la primera piedra.
Bajo dicha colina, estaba contruida la Jaula de Negmos. La visión del sacerdote, fue provocada por Negmos, el aspecto de la muerte de Aphiel, que en busca de poder para escapar de la Jaula, buscando la devoción que hace tanto se le fue negada. Poco a poco fue ganando ese poder, hasta que Brine le rezó. La immesurable fe de la sacerdotisa, alimentó los poderes del único que la escuchó. Aunque no podía salvarlos, no quería salvarlos... Negmos pudo conjurar un hechizo restaurador sobre la catedral.
Una vez al año, coincidiendo con el aniversario de la destrucción de la catedral, durante la noche vuelve a su esplendor total, reviviendo la última noche de la catedral. Cada año que pasa, Negmos acumula el poder de las almas de los espirítus, esperando el día de su liberación.
La liberación
Gracias a la devoción equivocada de Brine, Negmos ganó poder en el mundo físico. Esto debilitó el sello que se impuso sobre la jaula, permitiendole afectar a los alrededores. Durante 500 años, Negmos se alimentó de las almas de los pobres que quedaron en la catedral y aquellos necios que osaban acercarse durante las noches de los lamentos.
Finalmente y gracias a la ayuda de el Culto de Negmos fue liberado en la Noche de la tormenta aullante.
Tipo
Cathedral / Great temple
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