Maghilzon

Maghilzon es un elfo alto, delgado y de aspecto solemne. Su piel es pálida, casi translúcida en contraste con su cabello plateado y largo, que le cae por los hombros en mechones lisos. Sus ojos son de un negro profundo, como pozos insondables de reflexión constante.

Su vestimenta es sencilla pero cargada de intención: viste ropas negras, ni ceñidas ni holgadas, que permiten moverse con discreción entre sombras o pasillos de piedra. Cruza su pecho un conjunto de correas de cuero con bolsillos donde guarda los componentes para sus hechizos. Camina descalzo, con los pies parcialmente cubiertos por vendas negras, un detalle que refleja tanto una renuncia al lujo como un apego a una vida disciplinada. Porta siempre su báculo, de madera sin identificar, nudoso y del mismo alto que él.

En la ilustración referencial, su presencia es etérea, con la sombra de su capucha negra proyectando un aura de misterio. No hay adornos innecesarios, solo la funcionalidad de un mago pragmático, con todo lo que necesita al alcance de la mano.

Viste ropas negras, ni muy ceñidas, ni muy holgadas. Cruzando su torso y luego en su cintura, unas correas de cuero a las que se adosan pequeños bolsitos donde guarda componentes para sus hechizos. Sobre todo esto lleva un gran capuchón negro que se llega a arrastrar en el sueño pese a su altura. Camina descalzo, solo usando unas vendas negras para cubrir sus pies parcialmente.

Lleva un gran báculo de madera desconocida, tan alto como el y con pequeños nudos lo largo de el.

Maghilzon fue alguna vez un profesor de cálculo y aritmética en una universidad élfica. Su vida estaba consagrada al conocimiento y la enseñanza, hasta que, por razones no del todo reveladas, fue humillado y apartado de la academia por sus propios colegas. Desde entonces, ha dirigido su inteligencia hacia el estudio profundo de la magia, especialmente la que puede ser manipulada mediante principios lógicos y estructuras formales.

Su personalidad es silenciosa, reservada y observadora. Habla poco, pero cuando lo hace, sus palabras están pensadas con precisión quirúrgica. Rara vez toma el protagonismo en el grupo, prefiriendo analizar, registrar y entender antes de actuar. Le interesa tanto la eficiencia mágica como la recuperación de su prestigio personal. Sueña con volver a enseñar algún día, pero solo cuando su nombre sea nuevamente digno de respeto.