Dominio Lumínico

Los que aprenden esta arte pueden doblar la luz y redirigirla, así como también intensificarla. Pueden inducir ceguera a través de destellos de luz, y además solidificar la luz para utilizarla de maneras diversas: espadas de luz, balas de luz, rayos de luz, etc. Por otro lado, pueden crear fuentes de luz ex nihilo, bien sea para poder alumbrar el camino o para otros fines. Cualquier manera de manipular la luz entra en las capacidades de aquellos que dominan esta escuela taumatúrgica.  

Cazadores de la Orden de Ulvid

Los miembros de esta joven organización son populares por el uso de la fotomancia mezclado con armas de fuego. Se les ha visto en misiones inquisidoras contra iglesias eranoristas y soldados de la Armada del Sol Negro usando fusiles de cerrojo monotiros que disparan haces de luz en forma de bala, y a veces balas reales beatificadas por Erator. Algunos de ellos pueden disparar múltiples balas de luz a la vez, las cuales suelen explotar en fotones solidificados, causando daño de área.

Entre los efectos secundarios de la fotoquinesis se encuentran los ataques epilépticos y la nictofobia. Otros menos frecuentes también se han observado, pero no han quedado registrados. Cabe destacar que estos efectos no se presentan tan pronto se aprende la fotoquinesis, sino que ocurren mucho tiempo después, sobre todo en aquellos que abusan de su poder.

Los fotoquinéticos revelan su presencia con facilidad porque, al pisar en un lugar, las luces tienden a intensificarse incluso de manera involuntaria. Algunos podrían tomarlo como un incremento en la corriente eléctrica (en el caso de lugares con acceso a electricidad), lo cual podría despistar algunas veces. Una persona sin conocimiento acerca del dominio lumínico no asociaría estos detalles sutiles a la presencia de un fotoquinético; solo alguien que haya interactuado varias veces con uno, lo suficiente como para darse cuenta, o que haya estudiado a los fotoquinéticos, lo haría.   Otra forma en que se manifiesta este poder es en los ojos de los fotoquinéticos. Sus globos oculares son imbuídos en luz, los cuales desprenden hacia el exterior sin afectar la visión del taumaturgo. No obstante, este efecto no está siempre activo, sino solamente cuando el taumaturgo está conscientemente utilizando sus poderes.

La fuente de este poder divino es Erator, quien, según los textos y tradiciones orales sagradas, existió en la cúspide de los 96 Paraísos en el Mundo de la Luz. A diferencia de los eranoristas, los eratoristas no tienen un conjunto de "santos" intercesores que confieren poderes; todo poder eratorista viene directamente de su fuente principal: Erator y nadie más.