Scientific achievement
En 1435 los ingenieros de Minoria finalizaron los prototipos de “las armas del futuro”. Se trata de una serie de ingeniosos mecanismos que accionan la combustión de un cartucho comprimido de pólvora. La explosión producida impulsa un proyectil de metal que viaja a varios kilómetros por hora.
En un principio, el proyectil en cuestión no llegaba a romper la barrera del sonido (por debajo de los 300 metros por segundo) pero la ciencia y el arcanismo jugaron su papel para lograr que las primeras armas de fuego consiguieran superar este obstáculo, produciendo daños atroces.
Generación AM35:
Las primeras armas (mosquetes y arcabuces) consistían en armas largas de cañones lisos de “carga de boquilla”. Contaban con un sistema de gatillo pedernal que encendía la pólvora de un cartucho que se ingresaba por la boca del arma y debía ser presionado con una herramienta.
De esta generación se destacan los modelos:
AM351 – Mosquete clásico con carga de boquilla, pólvora de alta potencia, proyectil esférico de plomo.
AM353 – Mosquete clásico con carga de boquilla, pólvora arcana de alta potencia, proyectil esférico de plomo con aleaciones.
Generación ARM40:
Diez años después del nacimiento de los mosquetes, estos evolucionaron en armas más eficaces, con mecanismos que aprovechaban la física y runas arcanas de manera más eficiente.
Lo que destaca de esta generación, es el uso de la recamara, un compartimiento en la base del “tubo” (o cañón) por donde se ingresaba el proyectil (envuelto en el cartucho de papel)
De esta generación se destacan los modelos:
ARM401 – Mosquete con carga de recámara y boquilla (se ingresaba el cartucho por la recámara y parte de la pólvora por la boquilla), pólvora de alta potencia, proyectil esférico de plomo con aleaciones.
ARM45 – Mosquete con carga de recámara, pólvora de media potencia, proyectil esférico de plomo con aleaciones y cañón labrado en runas.