Desde la juventud las historias de grandes expediciones te han llamado la atención, la mas famosa de tu pueblo la búsqueda del cielo te ha fascinado y eres, junto a muchos miembros de tu clan, de esos enanos "de la superficie", lejos de la ciudadela del cielo de tu clan, Janderhoff tu y una pequeña parte de tu clan habeis vivido practicamente toda la vida en el borde entre la floresta acechando y las montañas de piedra. Tu maestro druida, un experimentado aventurero retirado te contaba sus historias que solo hacían crecer esas ganas, ese fuego interior por poder explorar unas ruinas de verdad. Tu favorita siempre ha sido la histori de los Roseguard derrotando a la gran hechicera que planeaba algo contra Absalom, aunque esa historia no la había vivido tu maestro en persona si que conoció a uno de los aventureros y paso tiempo con el, dicho aventurero era Zarmavdian un mago que estaba obsesionado con teorias conspiratorias y los conocimientos ocultos, tu maestro consiguió convencerle de que dejara esas teorias en sus últimos días y que descansara antes de dejar este mundo, Zarmavdian le dió muchas de las notas de aquella aventura a tu maestro para asegurarse de que no volvería a pensar en aquello, esas notas las has leido durante años imaginando la batalla en tu cabeza una y otra vez.
 
Durante tu entrenamiento, un día tu maestro no estaba solo, una elfa un tanto peculiar, con sangre infernal por sus venas le acompañaba en el claro dónde empezaba tu jornada de entrenamiento, la elfa era Wrin Sivinxi una vieja amiga de tu maestro druida a la que "las estrellas la habían guiado" a reencontrase con tu maestro en su búsqueda de antigüedades. Tu maestro seguro de que estabas preparado, insistió en que la ayudases y junto al don de adivinación de Wrin encontrasteis unas ruinas en lo profundo de la Floresta Acechante, pasaste una semana con Wrin y tu compañero oso explorando y recuperando reliquias, nunca te habias sentido mas vivo, en ese tiempo le contaste a Wrin tu pasión por las ruinas, por los Roseguard, la historia que habias leido mil veces de las notas del mago de los Roseguard. Antes de despediros, Wrin hizo una lectura en las estrellas de tu destino. "Algo grande te aguarda, eventualmente todo llegara tan solo sigue la luz de la luna para no perder el rumbo"
 
Wrin te dejó quedarte con una reliquia como recuerdo, no sabes por qué pero elegiste un pequeño colgante con un símbolo bastante turbio pero con unas gemas en los ojos, el colgante era el de una calavera con gotas de agua por toda la superficie y musgo saliendo de su boca, cuyos ojos eran unos rubies pequeños pero hipnotizantes. Cuándo se lo enseñaste a tu maestro su rostro se torno mas serio que nunca y te arrebató el colgante. Con un hechio te inmovilizó y destruyó el colgante. "Nunca te relaciones con ese símbolo, no trae nada bueno."
 
Años mas tarde, Wrin te ha enviado una carta, ahora vive en el pueblo fundado por los Roseguard y en las ruinas del faro dónde la batalla ocurrió, esta pasando algo, algo malo y necesita tu ayuda