El Sabueso de lava, al servicio de Ishtar. Es el Regente de Nirr, pero vino a Russ para ocuparse de mantener la cárcel Cielo Negro en orden desde el escape de Guinevire.
- Gender
- Hombre
Este gigantesco gladiador, nacido de un genasi de tierra y una genasi de fuego, es la representación misma de la brutalidad de Markett Nirr. Xinalir Zhao, el Sabueso de Lava. Su lanza y escudo demarcan el icónico estilo de combate de Nirr, y su pesada armadura dorada es difícil de atravesar. Venas ardientes corren por su cuerpo, siempre listo para la batalla.
En Nirr, todos le temen al brutal Jefe de Guerra de Xerxas. Domina a sus súbditos sin ningún tipo de respiro. Los fuertes son enlistados en su armada, mientras que los débiles son lanzados en las grietas de magma. Su crueldad se asemeja mismo a la de Ishtar. No tiene la misma autoridad, claro, porque su territorio es bastante más pequeño, y tiene una fracción de la población de Russ y Vers.
Es solo por ello que los habitantes de Nirr no pueden hacer más que aceptar el peso impasible de su soberano. Algunos dicen incluso que el Gran Sultán le teme al Sabueso, y que solo Ishtar tiene su correa corta. Quienes fueron testigos de aquel fatídico día, saben que esto es mentira. Nunca se le vio debajo de su pesada armadura dorada, tampoco, como si fuera parte de él.
Se cuentan historias, claro, de cómo llegó a ser como es. La más popular habla de un famoso guerrero gladiador, genasi híbrido, estrella del Coliseo de Russ, pero natal de Nirr. Cuando visitó una vez el Gran Sultán, Xinvalir le ganó a todos sus competidores, hasta que el mismísimo Xerxas se le presentó, ya sea por aburrimiento, o por interés. Le propuso unírsele como uno de los Jacales de Oro.
Xinvalir, sin embargo, no dejó su arma ni su escudo. Por el honor, por la gloria, deseaba luchar con su soberano, aunque sea por unos instantes. Xerxas, impresionado por su tenacidad, aceptó el duelo, y, frente a todo el Coliseo, se enfrentó a un simple esclavo. El Sabueso de Lava se mostró muy habilidoso, tanto así que logró herir al Gran Sultán.
Este, sorprendido, tuvo que usar su palabra divina para detenerle, efectivamente terminando con el duelo. Frustrado, Xinvalir le trato de cobarde, de charlatán. Esto enfadó al Rey-Dios, que, con un movimiento de la mano, levantó al Sabueso de Lava del suelo. Todos en el coliseo fueron testigos de como, de la misma piel negra de Xinvalir, brotaba una armadura dorada, que le encerraría para toda la eternidad.
Xerxas había manifestado la bestia dentro del guerrero, transformándole en un monstruo, un guerrero que necesitaba sangre para vivir. Entonces, y solo entonces, lo reclutó como el general de sus Jacales de Oro, su perro personal.
Cuando el Gran Sultan conquistó el Núcleo Prismático, hace 70 años, le entregó el mando de su sabueso de lava a Ishtar. Así, se le delegó la responsabilidad de crear a los mejores guerreros posibles en Nirr. Los Genasis de fuego, de tierra y de lava (híbridos) son los mejores soldados posibles, por lo que Xinvalir desarrolló una escuela de guerra que definió la sociedad de las inhóspitas Placas de Magma, centrada en Mundum, la única ciudad establecida.
Muchos le temen al terrible sabueso, ya que no es más que el monstruo dentro de un monstruo, creado por la palabra divina de Xerxas. Es también un pertinente ejemplo de lo que las palabras de la creación pueden hacerle a un hombre: darlo vuelta desde dentro, manifestar sus deseos más oscuros en su eterna forma de ser.
Se dice que, hace ya un tiempo, Xinvalir vino a Russ, desde el escape de Guinevire, la Tormenta, del Cielo Negro. Ahora, es el nuevo Guardia en Jefe, asegurándose que nadie libere a los prisioneros del Sexto nivel, Karna, Rallis y FP. Solo esos tres hombres podrían poner en cuestión la soberanía suprema de Xerxas.
Xinvalir Zhao está perdido. Hoy, solo queda la bestia. El Sabueso en Llamas, el Sabueso de Lava, el Sabueso del Terror. Junto con Ishtar, forman la guardia del Sultán, y harán lo que sea para protegerle. Quienes son suficientemente temerarios como para desafiar a Xerxas, deberá terminar primero con sus regentes.
En Nirr, todos le temen al brutal Jefe de Guerra de Xerxas. Domina a sus súbditos sin ningún tipo de respiro. Los fuertes son enlistados en su armada, mientras que los débiles son lanzados en las grietas de magma. Su crueldad se asemeja mismo a la de Ishtar. No tiene la misma autoridad, claro, porque su territorio es bastante más pequeño, y tiene una fracción de la población de Russ y Vers.
Es solo por ello que los habitantes de Nirr no pueden hacer más que aceptar el peso impasible de su soberano. Algunos dicen incluso que el Gran Sultán le teme al Sabueso, y que solo Ishtar tiene su correa corta. Quienes fueron testigos de aquel fatídico día, saben que esto es mentira. Nunca se le vio debajo de su pesada armadura dorada, tampoco, como si fuera parte de él.
Se cuentan historias, claro, de cómo llegó a ser como es. La más popular habla de un famoso guerrero gladiador, genasi híbrido, estrella del Coliseo de Russ, pero natal de Nirr. Cuando visitó una vez el Gran Sultán, Xinvalir le ganó a todos sus competidores, hasta que el mismísimo Xerxas se le presentó, ya sea por aburrimiento, o por interés. Le propuso unírsele como uno de los Jacales de Oro.
Xinvalir, sin embargo, no dejó su arma ni su escudo. Por el honor, por la gloria, deseaba luchar con su soberano, aunque sea por unos instantes. Xerxas, impresionado por su tenacidad, aceptó el duelo, y, frente a todo el Coliseo, se enfrentó a un simple esclavo. El Sabueso de Lava se mostró muy habilidoso, tanto así que logró herir al Gran Sultán.
Este, sorprendido, tuvo que usar su palabra divina para detenerle, efectivamente terminando con el duelo. Frustrado, Xinvalir le trato de cobarde, de charlatán. Esto enfadó al Rey-Dios, que, con un movimiento de la mano, levantó al Sabueso de Lava del suelo. Todos en el coliseo fueron testigos de como, de la misma piel negra de Xinvalir, brotaba una armadura dorada, que le encerraría para toda la eternidad.
Xerxas había manifestado la bestia dentro del guerrero, transformándole en un monstruo, un guerrero que necesitaba sangre para vivir. Entonces, y solo entonces, lo reclutó como el general de sus Jacales de Oro, su perro personal.
Cuando el Gran Sultan conquistó el Núcleo Prismático, hace 70 años, le entregó el mando de su sabueso de lava a Ishtar. Así, se le delegó la responsabilidad de crear a los mejores guerreros posibles en Nirr. Los Genasis de fuego, de tierra y de lava (híbridos) son los mejores soldados posibles, por lo que Xinvalir desarrolló una escuela de guerra que definió la sociedad de las inhóspitas Placas de Magma, centrada en Mundum, la única ciudad establecida.
Muchos le temen al terrible sabueso, ya que no es más que el monstruo dentro de un monstruo, creado por la palabra divina de Xerxas. Es también un pertinente ejemplo de lo que las palabras de la creación pueden hacerle a un hombre: darlo vuelta desde dentro, manifestar sus deseos más oscuros en su eterna forma de ser.
Se dice que, hace ya un tiempo, Xinvalir vino a Russ, desde el escape de Guinevire, la Tormenta, del Cielo Negro. Ahora, es el nuevo Guardia en Jefe, asegurándose que nadie libere a los prisioneros del Sexto nivel, Karna, Rallis y FP. Solo esos tres hombres podrían poner en cuestión la soberanía suprema de Xerxas.
Xinvalir Zhao está perdido. Hoy, solo queda la bestia. El Sabueso en Llamas, el Sabueso de Lava, el Sabueso del Terror. Junto con Ishtar, forman la guardia del Sultán, y harán lo que sea para protegerle. Quienes son suficientemente temerarios como para desafiar a Xerxas, deberá terminar primero con sus regentes.
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