Shogun de Vers, Líder de los Mikihiro, fue traicionado aquella terrible noche de sangre y fuego. Ahora, no busca más que venganza en sus últimos años.

El legendario samurai Hachiro Mikihiro fue, alguna vez, conocido como el Shogun de todo Vers, controlando, desde la Península del Sabio, la fuerza militar de la región. Fue, en su apogeo, un héroe de todo Markett. Su familia, los Semi-dragones de Vers, son únicos en el mundo. Cuenta la historia que los Mikihiro fueron, hace cientos y cientos de años, dragonborns rojos que tocaron el poder del núcleo prismático, obteniendo por entonces alas dracónicas.
 
También, los Mikihiro son conocidos como Furias. El hecho de haber tocado el núcleo les dejó una energía anormal, un poder al que solo se puede acceder mediante la locura y la ansia de sangre. Esta transformación les cambia la personalidad, les trastorna el cuerpo mismo. Su piel se prende fuego, sus alas se incineran. De Hachiro, se dice que solo dos veces se le vio en este estado. En una batalla contra Xerxas mismo, y... aquella fatídica noche.
 
Hachiro Mikihiro, maestro para muchos, líder del ejército, fue instrumental en la defensa de la Dinsatía durante muchos años. Con casi 200 de experiencia, defendió arduamente su región de las invasiones del Gran Sultán, tanto por el flanco de Russ como por el de Lorn. Se dice que la única forma de hacerle ceder fue aquella traición, desde dentro. 
 
Deiri, la ciudad en medio de las dos penínsulas de Vers, compartía algunas familias vasallas de los Sho, maestros de la península de la Tormenta, tanto como de los Mikihiro, maestros de la península del Sabio. Hasta el día de hoy es un misterio quién fue, o qué familia fue, la que dejó pasar por la noche a los asesinos del Sultán. 
 
Tanto la Fortaleza Mikihiro como el Palacio Real de Sho fueron asaltados cuando estaban más débiles. Verán, esa noche se celebraba un gran festín en la Fortaleza, Hachiro había invitado a cada una de las familias de Vers a visitarle luego de una victoria militar en la frontera. Pudo haber sido cualquiera, pero alguien se ocupó de envenenar la comida con veneno de Purple Worm. 
 
Hachiro fue uno de los únicos que pudieron resistirlo, pero para entonces, el plan de aquellos asesinos misteriosos ya se había puesto en acción. Sin los líderes Sho, la Península de la Tormenta cayó fácilmente. La Fortaleza Mikihiro fue tomada desde dentro por los encapuchados, masacrando a todas las familias, a sus vasallos y a sus soldados. 
 
Pocos sobrevivieron aquella tragedia. Las armadas de Russ asaltaron toda la zona el día siguiente. Deiri no fue tocada. Ya se había rendido previamente. Sin embargo, por más investigación que Hachiro hizo, no pudo encontrar evidencia de ninguna de las familias dirigentes de la ciudad. Todas habían sido asesinadas, en su totalidad, durante la cena. 
 
Okami, líder de la familia vasalla Soji, y un gran amigo de Hachiro, murió aquella noche, y su espada desapareció junto con su aprendiz, Rokkaku. Esto hizo sospechar al semi-dragón por mucho tiempo, hasta que se volvió a encontrar con su antiguo aprendiz. 
 
Durante ya setenta años, Hachiro deambula Markett Russ buscando venganza. Desea encontrar al verdadero culpable, pero sabe que sería casi imposible, más aún con la cantidad de tiempo que ya transcurrió. Entonces, se centró en la mejor opción que tenía: buscar venganza contra Xerxas, Sultán de Russ. Él había sido quien invadió Vers, al fin y al cabo. Qué importa encontrar a un traidor cobarde?
 
Se unió con este objetivo a las Serpientes de Russ, que buscan terminar con la Regente Ishtar tanto como con la tiranía del Gran Sultán. Sin embargo, Hachiro siempre tuvo otra ambición, una más profunda: conoce la existencia de unos artefactos muy poderosos, que, irónicamente, Xerxas mismo está recolectando. Eventualmente, alguien deberá medirse contra él. Nadie puede ser capaz de hacerlo sin una Reliquia de la Calamidad.
 
Busca, hoy por hoy, para ayudar a las Serpientes, estos objetos de gran poder. Sabe que, eventualmente, alguien suficientemente poderoso se mostrará con las buenas intenciones. Hachiro estará entonces para entregarle su conocimiento, tanto como, con suerte, uno o dos de estos artefactos. Ya, por más que el fuego de la venganza todavía le caliente el pecho, reconoce la realidad: no es quien era antes. 
 
Vers está derrotado. La dinastía Aki se esconde detrás del Okikabe, aterrados del Gran Sultán. Él no es mucho mejor que ello: perdió una pierna aquella terrible noche, y todavía tiene recuerdos de magia, sangre y fuego que lo atormentan todas las noches. Descubrió, en estos años después de la tragedia, la existencia de una bóveda mágica, la Pirámide de la Luna, que solo se presenta una vez cada setecientos años, tres veces en el mes de la sangre. 
 
Se enteró, gracias a las Serpientes, también, que Xerxas busca desesperadamente esta tumba. No puede haber otra razón que la lógica: allí los dioses escondieron sus artefactos. Con una nueva voluntad y un deseo de ver el honor de su pueblo, de su familia, de su región incluso, revindicado, no parará hasta encontrar dicha pirámide, o morir en el intento.

Gender

Hombre