Peligroso, es el principal antagonista de los Pibes. Busca las máscaras, como ellos, pero con fines desconocidos. Haría lo que sea... por conseguirlas.
El Barón Horalius Ganth es el gobernante de la ciudad de Piedragris, cerca de Zephra, en Dwindal. La familia Ganth es una antigua, con mucha historia, que data desde la conquista de Tyr. Los Ganth siempre fueron leales vasallos de los Dwindal, desde sus orígenes, en Vintas. Son los únicos que siguieron a sus maestros cuando partieron a través del mar negro, para pasar al Oeste de los Picos Helados. Tuvieron un pequeño percance al ser emboscados en medio de viaje, pero con la ayuda de los Dragonborn de Kralu, pudieron llegar a tierra firme. Luego, cuando se asentaron los Dwindal en Zephra, compartieron las riquezas del nuevo mundo con los Ganth, que mostraron ser leales vasallos.
Pasaron años hasta que finalmente, Tyr el Conquistador partió en su cruzada. Eligió entonces como general de sus batallones al patriarca de los Ganth, Fridrich "el Gris". Se decía que llevaba siempre un águila al combate, y hasta algunos creen que Fridrich era el ave, y no el hombre. Junto con Iremir Nightborne (héroe elfo) tuvieron muchos éxitos en sus campañas. Se podía decir que los tres guerreros eran imparables. Fridrich Ganth falleció, sin embargo, en la batalla de los páramos, al borde de Bor, contra las razas monstruosas. Es capaz la única razón por la que Tyr detuvo su conquista hacia el sur. Se erguió allí mismo el gran muro, y los límites del Imperio se forjaron en la tierra. Por sus grandes servicios, Tyr entrego a la familia Ganth el permiso de crear su propia ciudad, Piedragris, en honor a Fridrich el Gris, y su valiente sacrificio. Los años pasaron, y Piedragris se volvió una gran aglomeración. Primero no era más que un condado, pero evolucionó para volverse una ciudad próspera bajo la familia centenaria.
Horalius Ganth nació en un momento turbulento, no solo para su familia, sino también para el Imperio. La Turba Monstruosa, viniendo de Bor, querían invadir el imperio, liderados por Ygaret Diente-Negro. Las campanas de Zephra sonaron con fuerza, y todos los vasallos del Emperador se presentaron ante los muros del Imperio, incluyendo a un joven Horalius, que luchó valientemente contra la invasión. Fue él, de hecho, quien tuvo la idea de tenderle a la Turba una trampa, ya que estaban dando vuelta las montañas, desistiendo del frente de guerra, al sur de Emon, para entrar por Velheim. Tan carnal, catastrófico, y malvado fue aquel plan, que no merece la pena ser contada.
La maniobra Ganth fue cruel, sin duda, hasta para la Turba, que fue aniquilada, y se retiró. Por su ingenio y por sus logros, el Emperador en ese tiempo, Jeremiah II, le otorgó el título honorario de Barón, mismo si ya por herencia la familia Ganth tiene una posición asegurada no solo en el Consejo Regente, sino también en el Consejo Privado. Horalius todavía usa el título de Barón, para hacerles recordar a todos cómo lo consiguió.
Los años pasaron, y el Barón Ganth retomó sus responsabilidades. Entonces, mucho tiempo después de la guerra contra la Turba, Ganth tuvo que retirarse del Consejo Regente tanto así como del Consejo Privado por una emergencia de salud. El hombre se encerró en su castillo, y no se supo nada más de él. El pueblo mismo se preocupó, ya que siempre apreciaron mucho a sus gobernantes. Luego de casi tres décadas enteras de silencio, se abrieron las puertas de Piedragris nuevamente. Horalius se mostró al sol, envejecido, pero aseguró que se encontraba perfecto nuevamente. Ahora tenía un nuevo objetivo. Retomó su posición en el Consejo Regente, que había cambiado de Emperador. Se llevó relativamente bien con Jeremiah II, pero no atendió a sus responsabilidades durante mucho.
Hoy en día, poco se sabe verdaderamente del enigmático Barón. No tomó esposa, no tuvo hijos, no tuvo hermanos. Es el último de la familia centenaria, al igual que Jeremiah III, el nuevo emperador luego de la misteriosa muerte de su padre. Se rumorea muchas historias sobre la figura misteriosa que se volvió Horalius, luego de sus años de segregación dentro de Piedragris.
Se suele representar a la familia Ganth con el Aguila, símbolo de la casa desde sus raíces. Sin embargo, los nuevos guerreros del Barón se identifican por un sello representando un Uróboros.
Pasaron años hasta que finalmente, Tyr el Conquistador partió en su cruzada. Eligió entonces como general de sus batallones al patriarca de los Ganth, Fridrich "el Gris". Se decía que llevaba siempre un águila al combate, y hasta algunos creen que Fridrich era el ave, y no el hombre. Junto con Iremir Nightborne (héroe elfo) tuvieron muchos éxitos en sus campañas. Se podía decir que los tres guerreros eran imparables. Fridrich Ganth falleció, sin embargo, en la batalla de los páramos, al borde de Bor, contra las razas monstruosas. Es capaz la única razón por la que Tyr detuvo su conquista hacia el sur. Se erguió allí mismo el gran muro, y los límites del Imperio se forjaron en la tierra. Por sus grandes servicios, Tyr entrego a la familia Ganth el permiso de crear su propia ciudad, Piedragris, en honor a Fridrich el Gris, y su valiente sacrificio. Los años pasaron, y Piedragris se volvió una gran aglomeración. Primero no era más que un condado, pero evolucionó para volverse una ciudad próspera bajo la familia centenaria.
Horalius Ganth nació en un momento turbulento, no solo para su familia, sino también para el Imperio. La Turba Monstruosa, viniendo de Bor, querían invadir el imperio, liderados por Ygaret Diente-Negro. Las campanas de Zephra sonaron con fuerza, y todos los vasallos del Emperador se presentaron ante los muros del Imperio, incluyendo a un joven Horalius, que luchó valientemente contra la invasión. Fue él, de hecho, quien tuvo la idea de tenderle a la Turba una trampa, ya que estaban dando vuelta las montañas, desistiendo del frente de guerra, al sur de Emon, para entrar por Velheim. Tan carnal, catastrófico, y malvado fue aquel plan, que no merece la pena ser contada.
La maniobra Ganth fue cruel, sin duda, hasta para la Turba, que fue aniquilada, y se retiró. Por su ingenio y por sus logros, el Emperador en ese tiempo, Jeremiah II, le otorgó el título honorario de Barón, mismo si ya por herencia la familia Ganth tiene una posición asegurada no solo en el Consejo Regente, sino también en el Consejo Privado. Horalius todavía usa el título de Barón, para hacerles recordar a todos cómo lo consiguió.
Los años pasaron, y el Barón Ganth retomó sus responsabilidades. Entonces, mucho tiempo después de la guerra contra la Turba, Ganth tuvo que retirarse del Consejo Regente tanto así como del Consejo Privado por una emergencia de salud. El hombre se encerró en su castillo, y no se supo nada más de él. El pueblo mismo se preocupó, ya que siempre apreciaron mucho a sus gobernantes. Luego de casi tres décadas enteras de silencio, se abrieron las puertas de Piedragris nuevamente. Horalius se mostró al sol, envejecido, pero aseguró que se encontraba perfecto nuevamente. Ahora tenía un nuevo objetivo. Retomó su posición en el Consejo Regente, que había cambiado de Emperador. Se llevó relativamente bien con Jeremiah II, pero no atendió a sus responsabilidades durante mucho.
Hoy en día, poco se sabe verdaderamente del enigmático Barón. No tomó esposa, no tuvo hijos, no tuvo hermanos. Es el último de la familia centenaria, al igual que Jeremiah III, el nuevo emperador luego de la misteriosa muerte de su padre. Se rumorea muchas historias sobre la figura misteriosa que se volvió Horalius, luego de sus años de segregación dentro de Piedragris.
Se suele representar a la familia Ganth con el Aguila, símbolo de la casa desde sus raíces. Sin embargo, los nuevos guerreros del Barón se identifican por un sello representando un Uróboros.
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