La Cuidadora de Pibesreach, fue quién más tiempo residió allí. Como Tilesar, sin embargo, corrió de muchos peligros. Ahora, gracias a los Pibes, encontró su lugar.

Dima, o más bien Lousie Shaffer, es una Tilesar, de Icaton. Una de las pocas que aún viven.
 
Los Tilesar, bendecidos con larga vida por su ancestral linaje demoníaco, son del pueblo de los Tieflings quienes más han sufrido. Cada color, es decir, cada cultura, tiene diferentes desafíos frente a ellos. Los Rojos viven cien, doscientos años. Los verdes y los púrpuras un tanto más. Los Negros quizá llegarían a los quinientos. Son solo los Tilesar, Tieflings albinos, quienes viven más de mil.
 
Es difícil concebir que alguien como Dima tenga más de treinta años humanos. Estará cumpliendo, en verdad, sus setecientos dentro de unas décadas. Nadie sabe cuantos años tiene exactamente, pues es de mala educación preguntar, pero debajo de una fachada amable y compasiva, hay años y años de dolor, y de sabiduría. Vivió en carne y hueso la Quema de Icaton, cuando su raza milenaria fue aniquilada por el Imperio Dwindaliano.
 
Uno puede pensar que mientras más vive una cultura, más poderosa se vuelve. Pues no. Es al contrario, ya que la edad de reproducción es constante y proporcional en la mayor parte de las razas mortales, vivir mucho se vuelve una desventaja, pues la tasa de natalidad es mínima. Así, muchas razas milenarias valoran la vida, y la respetan. Los humanos, que casi tomaron el mundo entero con lo rápido que se multiplican, no tienen los mismos códigos. Los altos elfos, que viven entre setecientos y ochocientos años, se retiraron a Tal'Dorei por esta misma razón.
 
Es raro que nazca un nuevo Tilesar. Además, con lo valiosos que son sus cuernos, les cuesta mucho vivir lo suficiente como para reproducirse. Quizá, cuando el Abismo no era el Abismo y todavía los Tieflings vivían en armonía, la raza albina podía existir en paz. Al llegar a Rel, esa paz fue destrozada.
 
Dima, que vivió gran parte de su vida en Icaton, era una de los tantos ciudadanos que seguían el código Daihao, de la escuela del Chakra, que regía su sociedad. Al estar protegida por los monjes del Daihao, vivió tranquila, hasta llegar a la edad de madurez. Concebir un niño siempre fue una tarea difícil para un Tilesar. Los años pasaron, y Dima se vio incapaz. Entonces, llegó Tyr.
 
Ella, como tantos otros sobrevivientes, fueron capturados y vendidos, pasando de mano en mano, intentando no enfurecer a sus captores, pues siempre podían matarlos por sus cuernos si eran insatisfactorios. Dima fue una de las únicas que sobrevivió los siglos de esclavitud, siempre joven, pues los años no eran mucho para ella; siempre vendida por un precio exorbitante.
 
Quizá fue suerte que ningún alquimista la compró.
 
Más de doscientos años pasó como esclava. Quizá en un punto podría haber escapado, pero la constante amenaza de muerte se lo impedía. Pasó toda una vida como la sirvienta de un poderoso mercante humano, que la compró a los veinte años, y la protegió hasta su muerte, a los ochenta. La vendieron luego a un orco que tenía un burdel en Jeperok, donde trabajó por comer todos los días.
 
Eventualmente, terminó en las manos de quien sería su último dueño. Un enorme Troll, que llevaba a varias esclavas a la torre de sangre, allí mismo en Jeperok, pues quien la había comprado era nadie más y nadie menos que Fentris Ulara. Paelor sabrá qué hubiese hecho la Princesa Roja con ella si los Pibes no hubiesen intervenido.
 
Es luego de varias aventuras que Dima, con la ayuda de Terra, pudo encontrar Pibesreach, donde los Pibes la estaban esperando. Allí, Igmar le ofreció trabajo honesto, y, sobre todo, protección. Aceptó de buena gana, y trabajó allí durante años. Ella misma lo diría: fueron los años más felices de su vida.
 
Ahora, sin embargo, el panorama a cambiado, y Dima fue encargada de proteger a los mismos hijos de su salvador, tanto como el hijo de una union muy poderosa. Ella, por primera vez, comprende su propósito. Siempre luchará por los Pibes. Nunca volverá a ser una esclava. Dima... no. Louise ya no se arrodilla. Tiene una tarea que completar.
 
 

Su figura se escabulle dentro del pequeño barco. Ahora, con tres niños a su cuidado, deberá llegar a la isla Olon, donde los Tritones la recibirán por el acuerdo con el Gran Expositor Chara. Cualquier persona perdería un tanto la esperanza, pero no Dima. Ella a estado en peores situaciones y a salido adelante.
 

El niño comienza a llorar, mientras el barco se despega del muelle, en la oscuridad de la noche. "Shh, shh" susurra la Tilesar. "No te preocupes. Tu padre volverá." Menando sus brazos en forma de cuna, Volgmar es recibido nuevamente por las puertas del sueño. Dima se sienta en una caja de suministros, viendo como Morgrim juega con Akkadian a un lado del cuarto. Sonríe.
 
 
"No hay por qué llorar" Susurra.

"Tu padre está salvando el mundo".

Gender

Mujer

Skin Tone/Pigmentation

Blanco, rosáceo.