Tal'Dorei

Bajo el Gran Elfo Vyserion Nightborne, un grupo de elfos partió de su tierra natal, el Feywild, para explorar a dónde llevaban las grietas de la Calamidad. Al llegar a Rel, sin embargo, se encontraron rápidamente con otras razas, con las que no tardaron en entrar en conflicto por los recursos del nuevo mundo. Fue durante los siglos II y III D.C que estallaron estas disputas en forma de guerras contra los enanos y los humanos, las otras potencias emergentes.   Tal'Dorei, en sí, es la isla milenaria de los elfos, que buscaban una tierra suficientemente primordial e imbuida de magia como para asentarse. Luego de la Gran Guerra, los elfos decidieron conglomerarse en esta región, en vez de repartirse por el mundo, como los Humanos y los Enanos. Para vivir en paz con razas inferiores, tenían que alejarse de ellas. Fundaron entonces Melesade, la Ciudad de Cristal, en homenaje a las ciudades de Werlagos y de Nalya, en el Feywild.   Durante cientos y cientos de años, Tal'Dorei prosperó bajo el consejo elfico, dirigido por la familia Nightborne. Eran una de las únicas civilizaciones que se asentó del lado Oeste de los Picos Helados, y mientras otras razas saqueaban las tierras antiguas, ellos desarrollaban la magia de la tierra y el comercio. Se volvieron soberanos de la flota más poderosa del mundo conocido, y poco después, con el descubrimiento de las islas del Mar Numrial, la potencia mercante más fuerte de todas.   El hecho que estén alejados del mundo nunca los molestó. Al contrario, jugaba a su favor, ya que Tal'Dorei se veía aún más lejana de lo que realmente era, dándole un sentido de importancia como "aquella tierra mágica lejos al Oeste". Se fundaron ciudades adicionales, se trabajaron pactos con reinos extranjeros, y creció el poder de la isla élfica durante siglos.   Hubieron cambios en el consejo, pero nada muy importante, ya que las generaciones élficas son mucho más largas que las de cualquier otra raza. Al vivir 600 años como media, se solía apoyar el conformismo, y el cambio era muy difícil. Por ello no se progresó mucho en términos sociales: hoy por hoy, todavía el racismo, la esclavitud y muchas prácticas barbáricas en el Imperio no son castigadas en Tal'Dorei, que un foco de poder demasiado poderoso como para desafiar.   Cuando se formó el Imperio Dwindaliano, fue vital la alianza con el consejo elfo de parte de Tyr, ya que lo patrocinaron, permitiéndole hacer lo que se propuso. Se dice que la idea misma de la Conquista nació en Tal'Dorei. Como región del conjunto, es sin duda la más poderosa, rivalizando Dwindal, Emon y Velheim combinadas, ya que controlan completamente la Costa Mercante, el principal sustento de todo el Oeste.   Melesade es la capital éflica por excelencia. Una ciudad titánica, casi tanto como Zephra, brillando en cristales nunca antes vistos. Si uno visitara el Feywild, podría entender de dónde tomaron inspiración; sin embargo, hay un factor característico de las civilizaciones del mundo material: la expansión demográfica. Solo una parte de la ciudad es considerado Melesade, ya que se extiende y se extiende hasta volverse cabañas en el bosque. Muchos barrios pobres, oprimidos por la segregación, viven de los restos de los barrios ricos.   La sociedad elfica no es exactamente tolerante, y Tal'Dorei es la representación de ello. El capital decide tu estatus, y no tu habilidad. Se nace noble o se nace como una rata. Medio-elfos son considerados peor que la mayoría de las razas, mismo si se les permite acceder a la isla y a la capital. A los turistas se les trata con deferencia, ya que vienen de todo el mundo. El problema se alza cuando uno quiere asentarse en Tal'Dorei. El Consejo Elfo no permite que nadie que no sea elfo nativo de allí pueda ser propietario en el centro de la aglomeración.   Más allá de la pequeña cordillera se alzan otros dos pequeños pueblos, diferentes a Melesade, con costumbres antiguas y no muy respetadas. Se respeta la naturaleza mucho más en esta zona, y se reza a los antiguos espíritus del bosque. La comunidad mercante de la capital, por desdén, les bautizó como elfos del bosque, diferentes en raza incluso a ellos, los Altos Elfos.   Tal'Dorei es sin duda una región bella naturalmente, pero podrida en su centro, ya que la sociedad de Melesade es tóxica para incluso su propio desarrollo. Se mantienen ideales elitistas y racistas, todavía manteniendo a la raza élfica como el pináculo de la evolución, mismo si ni siquiera son nativos de Rel. Algún que otro elfo se muestra mucho mejor que de donde salió, como lo fue Iremir Nightborne, de la familia más poderosa, y sin embargo amable y compasivo. Se dice que invitó a sus mejores amigos, Vulcan, Tyr y Johane (ningun elfo), a hacer parte del peregrinaje al Monte Malasi, en Dwindal, lugar sagrado para la comunidad de Melesade.   Cuando uno se encuentra en Tal'Dorei, tiene que pensar muy bien donde pone sus pies. Las afueras son pacíficas, aunque de tanto en tanto sacudidas por patrullas de guardias en busca de diversión, pero al entrar cada vez más profundo en la Ciudad de Cristal, uno puede llegar a jugarse la vida por un comentario fuera de lugar.