BUILD YOUR OWN WORLD Like what you see? Become the Master of your own Universe!

Remove these ads. Join the Worldbuilders Guild

Salazar el Maldito

El Soldado de los Mares

Almirante Salazar Velgebud (a.k.a. El Cazador de Piratas)

Almirante Salazar Vengebud, de la marina de Landover, quince distinciones en combate marítimo, ocho medallas por valía en batalla, y cinco títulos de nobleza sin reclamar. Este hombre, en vida, hizo más para el Imperio Dwindaliano que cualquier gobernante o supervisor. Dirigió batalla tras batalla en la era de Tyr, junto con la marina de Tal'Dorei, para consolidar el proyecto de estado.   Fue cuando terminó la guerra que el Almirante se encontró con un problema. Lo habían criado en Landover para ser el mejor marinero que el Imperio haya conocido jamas. Se volvió el capitán de barco más valioso de toda la marina, ganando consistentemente cada escaramuza en la que estaba presente. Sin embargo, luego de veinte años de hacerlo, no sabía nada más que llevar a su tripulación al mar y batallar contra los enemigos de Tyr.   Por ende, al consolidarse la conquista, Salazar se quedó sin trabajo. Frustrado, no duró ni quince días en la corte de Landover, admitido como Barón por sus incontestables logros y su maestría sobre la lucha naval. Escapó rápidamente a su antiguo puesto, y comenzó a surcar los mares en busca de criminales, de piratas y de enemigos contra los que poder sonreír mientras los derrotaba.   Así, se comenzó a verlo como un inmaculado cazador de piratas, hundiendo a quienes osaban estar fuera de la ley en su parte del Mar Numrial. Tal'Dorei agradeció mucho su apoyo, pues toda la Costa Mercante se vio envigorada al bajar la piratería. Uno puede sin duda ver a dónde va todo esto.   Resulta que en una noche de verano, luego de seguir su rastro por meses, Salazar avistó en la lejanía el barco del pirata más terrible de los mares. La Esmeralda avanzaba cerca de una gran cueva en los precipicios del lado Oeste de Tal'Dorei. Sin dudarlo, las antorchas fueron prendidas, los arcos y las ballestas armadas, y los cañones preparados. Tanto tiempo sin una batalla había dejado a los marines con ansia de sangre.   Salazar en particular, lleno de anticipación, colgaba del mástil más alto, sonriendo, disparando al cielo mientras avanzaban a toda velocidad. Esperaban encontrarse con la Esmeralda a mitad de camino, y comenzar el abordaje. Sin embargo, los piratas no se dieron vuelta para enfrentarles, sino que siguieron su rumbo, bordeando los grandes precipicios. Estaban escapando, o en el peor de los casos... ignorando a los marines.   Salazar se puso furioso. Gritando todo tipo de obscenidades, hizo que su barco duplique el ritmo, avanzando sin miedo hacia las rocas. Vladimir Eustass entonces se mostró sobre la popa de su barco. Dedicándole no más que un simple vistazo, ordenó a su tripulación de seguir como si nada, avanzando hacia una gran cueva, grieta entre dos precipicios. El lugar era peligroso, encallar podía ser muy fácil, sobretodo con barcos tan grandes como los suyos.   Los marines no se rindieron, siguiendo a los piratas hacia aquella enorme abertura negra entre las montañas, que parecía una enorme boca. Al acercarse, comenzaron a notar un gran viento viniendo de dentro de la gruta, pero lo ignoraron, disparando las primeras rondas de cañonazos. La Esmeralda sufrió algunos daños, pero Eustass, todavía en la popa, parecía desafectado.   Salazar rugió con rabia, preparando a su tripulación para abordar. Aquello era lo que el Duque esperaba. Con una sonrisa, dio media vuelta, maniobrando con excelencia alrededor de las rocas y alejándose de la cueva. Una última plegaria se pudo escuchar desde la Esmeralda antes de que se alejen.   "Por idiotas, seguirán buscando pelea hasta el fin de los tiempos! No descansaran, no dormirán. Que la gruta misma los juzgue!"   Y así, antes de que se pueda dar cuenta, Salazar y su barco se encallaron entre las filosas púas de un Leviatán, durmiendo dentro de aquella cueva. La enorme criatura levantó su monstruosa figura, antes de descender en un arco, destrozando el barco junto con su tripulación. Todos murieron una terrible muerte, engullidos por el titán.   Sin embargo, quizá intencionalmente, quizá no, las palabras de Eustass resonaron en los espíritus de los muertos. Algunos dicen que el Duque creó a sus propios enemigos, pues el barco fantasma del Almirante Salazar todavía busca batalla, persiguiendo a Vladimir a donde vaya, intentando liberarse de la maldición que este les lanzó.   Las Aguas de la Juventud, sin embargo, dicen tener la capacidad de quitar este tipo de maldiciones. Con suerte, el Almirante podrá, luego de casi doscientos años de locura y persecución, poder dejar esta tierra, y avanzar al Valhalla, donde lo esperan con brazos abiertos e incontables batallas, a él y a toda su tripulación de valerosos guerreros.

Capitán del barco La Desventura, las nieblas del antiguo marino Salazar todavía persiguen a quien lo maldijo...

View Character Profile
Busca y encontrarás, dicen algunos. Lo que se olvidan de mencionar... es que quizá, aquello que encuentres no era lo que estabas buscando.
Alignment
CN
Children
Gender
Hombre
"Hoy, recordamos al Almirante Salazar con este monumento. Que su memoria no se pierda en el tiempo, que sus logros no se olviden en la historia. Sin él, la conquista de Tyr hubiese sido imposible. Su valía es igual a la de los mismos Invencibles. Desde Landover, al mundo, siempre supo cual era su deber, y lo ejecutó con disciplina y entusiasmo. Brinden, esta noche, por el Día del Marinero!"

Remove these ads. Join the Worldbuilders Guild

Comments

Please Login in order to comment!