Barón Rallis
Gobernante de Landover, el Director
Barón Sylvers Kowalski Rallis (a.k.a. El Director)
La famosa casa Rallis gobierna la ciudad portuaria de Dwindal hace más de cien años, luego de que la casa Taurus escape hacia el norte por fraternizar con Horus, el Emperador Loco. La regencia de la ciudad les fue entregada a los Rallis por la valía de su hijo mayor: el mismo Sylvers, quien terminó con las extrañas criaturas que los Taurus trajeron de otro mundo para cubrir su retirada.
La casa Rallis, de Aasimars, había puesto sus raíces en el Oeste luego de partir del Monte Olympus, uniéndose al éxodo de Tyr y los Dwindal. Se hicieron rápidos aliados, y cooperaron para crear el Imperio. No fueron los primeros candidatos para gobernar sobre Landover, pues los Taurus eran parte de las cinco grandes familias humanas, con los Dwindal y los Ganth. No sería el conquistador quien pagaría por este error, sino su linaje.
Compartir el Imperio, que no sea cual la nación Vintas, puramente humana, siempre fue uno de los principios por los que Tyr se apegó y luchó. Los Invencibles, por ejemplo, sus amigos más cercanos, representaban la gran alianza entre enanos, elfos y humanos. Sin embargo, las otras razas, menos numerosas, se quedaron al margen. Los Aasimar, por ejemplo, de los que no tantos se habían retirado de sus casas cerca de los dioses, en el Monte Olympus, fueron tratados con cautela, ya será por su naturaleza o por su herencia.
Los Rallis siempre lucharon esta adoración casi innata que producían en los demás. Eludían aquella disparidad, pues los humanos, tanto como los elfos, les veían como el pináculo de las razas. Algunos, en Olympus, aceptarían la dinámica, pues muchos se consideraban justo por debajo de los dioses mismos. Los Rallis, al dedicarse a vivir entre las demás razas, lo rechazaron por completo. Su linaje no los hacía mejores, sino sus personas. Este mensaje solo sirvió para que les respeten todavía más.
Sylvers Rallis, en concordancia con esto, siempre le gustaba pasear por las calles de las ciudades, viviendo como todos los demás. Son los valores que le inculcó su padre, y que él, a su le pasó a su hijo mayor, Wayne Watson Rallis. Tuvo, además de Wayne, otras dos hijas, muy bellas, con el amor de su vida, Meril Valar, una mujer humana que conoció en uno de sus paseos por las calles de Landover.
Meril se volvería cada vez más importante en la vida de Sylvers mientras el tiempo avanzaba. Luego de la Heresía de Horus, la tiranía de aquel emperador loco, tomaron por sus acciones excedentes, durante la crisis y después, el gobierno de la ciudad. Rallis, por sus diversas ocupaciones, no podía ocuparse de la ciudad que el emperador le había entregado para proteger, por lo que Meril lo haría en su lugar.
Rallis es más famoso por su trabajo como músico y director de orquesta. Sus legendarias composiciones musicales tomaron al mundo por sorpresa. Se habla de él en las Cuatro Esquinas de la Civilización, desde Virimil hasta Markett Lorn, desde los Dedos hasta Ademre. Si hay algo que trascendió incluso su identidad, son sus canciones, ya que muchos escuchan sus melodías sin siquiera saber que él las escribió.
Bardos de todo el mundo comenzaron a viajar a Landover, donde abrió una gran escuela de música, conocida como el Colegio del Ángel. Allí, los mejores darían todo por ser educados por el mismo Rallis y sus discípulos. Por su proeza musical, también se volvió el conocido Director de la Orquesta Sinfónica de la Eclisiarquía tanto como del Emperador mismo. Cómo puede ser de las dos, uno nunca sabrá.
También se conoce a Rallis por su otro proyecto, de un aspecto más... militar. Es el líder y organizador (tanto como responsable) del Escuadrón Omega, o como muchos le llamaron, el escuadrón suicida. Lo creó luego de que dos vampiros conocidos como los Briarwood atacaran y destruyeran la casa de los Weyrn, grandes amigos de los Rallis desde el comienzo del Imperio. Solo quedó Belén Weyrn, la última de la noble familia. Sylvers se dedicaría no solo a vengar aquella incursión, sino también a encontrar a la organización detrás de los Briarwood y sus maquinaciones.
Es así que escuchó el nombre "Uroboros". Descubrió que este grupo secreto manejaba gran parte de la política en el mundo, y que gente muy poderosa, como Xerxas, o incluso Elena de la Hoja Rota, eran parte. Esta investigación puso en mucho riesgo al Escuadrón Omega, que lideraba junto a su hijo, Wayne, lo que llevó a una tragedia.
Las maquinaciones de los Omega no eran un secreto para el gran Sultán, del otro lado del mundo, que tenía políticos, como la Duquesa Sadha Illyr, dentro de los consejos más importantes del Imperio Dwindaliano. Para deshacerse de los molestos miembros del Escuadrón Omega, la Duquesa le tendió una trampa a Wayne, que estaba investigándola. El hijo del Barón cayó de lleno en esta, y fue asesinado, pero no antes de poder mandar un mensaje arcano a Rallis, contándole lo sucedido.
Sadha no llegó a escapar antes que la furia del Barón le llueva como un torrente de lava. No llegó a salir del Imperio, para volver con su amo, del otro lado del mundo. Rallis se encargó de ello. La muerte de Wayne fue trágica. Sylvers se encerró en su cuarto, en Zephra, durante casi una semana. Entonces, se dirigió a Landover, ya que residía en Zephra desde que creó al escuadrón, para explicarle lo ocurrido a su esposa y familia. Era tiempo de vindicarse.
Sylvers Rallis dejó el Imperio atrás, emprendiendo el viaje a Markett, buscando respuestas. Ni Arjuna ni Perseo le acompañaron, pues deseaba ir solo, y que ellos se ocupen del escuadrón mientras no estaba. Volvería, prometió, con nuevos reclutas, y los Omegas volverían a funcionar como tales.
Llegó el año mismo que los Héroes de Markett intentaron tirar abajo al Gran Sultán. Por ayudar en esta empresa, fue encerrado en la peor prisión del mundo: Cielo Negro, de la cual nadie nunca había escapado. Para colmo, le metieron en el nivel más cinco, para luego enterrarlo aún más profundo en el nivel seis, último, por lograr que una niña muy poderosa se libere de aquel infierno.
Así, se comprendió la dedicación de Rallis a su escuadrón. Buscaba talento, por la memoria de su increíble hijo. Tres años tardó en regresar al Imperio, luego de que una segunda revolución destrone al tirano Xerxas. Sylvers comprendió, allí en Markett, la verdadera naturaleza del Uroboros: estaban por todo el mundo. Sus miembros, poderosos hombres y mujeres plegados a una singular causa: traer de vuelta a Xoth, el Arcano, Rey de Reyes.
Para Rallis, eso significaba vivir lo que sus ancestros evitaron al esconderse alto en el Monte Olympus: la Calamidad. Pocos saben de historia, y aún menos saben más que Rallis, pero sobre aquel evento, todavía no encontró las respuestas. Es como un agujero en la historia. Nadie sabe qué ocurrió realmente, solo se sabe que fue por culpa de la Corrupción del Inmortal, aquella tiranía y locura prolongada que ahora caracteriza los siglos previos al Gran Desastre, que la Calamidad terminó con los Teng.
Rallis regresó al Imperio, con nuevas ideas, pero siempre con el mismo objetivo. Además de mejorar su música, el siempre cazaría a los responsables. No solo de la muerte de los Weyrn, sino de la muerte de su hijo, y de todas las víctimas que el Barón Ganth arrastre consigo. Sylvers está listo para luchar, y lo hará hasta su último aliento.

Barón de Landover, líder del escuadrón Omega, es el director de la Orquesta Sinfónica de la Eclisiarquía, tanto como del Emperador.
View Character ProfileEs tu decisión, Gwin. El ciclo de la violencia se perpetua con venganza. Se rompe cuando alguien es suficientemente fuerte como para perdonar.
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Honorary & Occupational Titles
El Ángel de Landover, Padre de la Música.
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Hombre
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