Códigos y normativas
Introducción
Existen muchas normativas y legislaciones con respecto al mundo de la cultivación y los cegadores. Muchos de ellos son propios de cada clan y no aplican a individuos de otros lugares, sin embargo, existen una serie de reglamentos que, tras acordarse en conjunto en una serie de reuniones entre clanes, son universales y no deben de romperse bajo ningún parámetro. Entre algunas de estas normativas podemos encontrar el código de cegadores, un documento no muy extenso en donde se declaran ciertas conductas obligatorias o prohibidas a la hora de desempeñarse como cegador. Muchas de estas reglas están diseñadas para proteger la integridad de civiles y de sus organizaciones correspondientes, al igual que existen para prevenir roces entre clanes y conflictos mayores en el mundo de la cultivación. Romper algunas de estas normativas es algo muy serio, y dependiendo de la gravedad y el historial del infractor, muchos castigos distintos se podrían llevar a cabo, estos mismos variando desde una simple llamada de atención, castigos ligeros como trabajo físico, torturas, expulsiones, a otras más extremas, como la extracción del dantian para incapacitar al cultivador o la muerte.Código de cegadores
Normativas universales se anteponen a normativas locales.
Un cegador jamás se desviará a la senda de la cultivación demoniaca Mo.
Un cegador debe abstenerse de dañar o corromper a las entidades espirituales o a la energía del tao, ya que esto podría desencadenar desequilibrios peligrosos en el mundo espiritual.
El deber de un líder es proteger a los suyos a toda costa.
Los cegadores no deben utilizar su posición en el consejo de clanes para manipular decisiones en beneficio propio, sino para el bienestar general de los cegadores y la sociedad.
Un cegador siempre debe priorizar la vida de civiles y niños antes que la suya.
Un cegador jamás usara sus habilidades en contra de un civil. Hechizos para leer mentes o para manipulación solo pueden realizarse con previa autorización de una entidad mayor.
Los cegadores no deben aprovecharse de la devoción religiosa de las personas para obtener beneficios personales o manipular a las masas.
Un clan u organización de cegadores jamás debe de llevar a cabo alianzas con ninguna dinastía u imperio, menos si es para perjudicar a otra.
Un cegador debe atenerse a las órdenes dictadas por el consejo de clanes y por sus líderes, a menos que estas órdenes atenten contra paz y la estabilidad de la organización.
Un cegador no debe de inmiscuirse en conflictos políticos o religiosos entre dos o más imperios.
Un cegador le debe total lealtad a su clan, maestro o espíritu quien le haya permitido las herramientas para desarrollarse.
Un cegador no debe de transmitir sus conocimientos de manera irresponsable o descuidada a otros ajenos a su clan o senda.
Los cegadores pueden compartir conocimientos básicos sobre el tao y la cultivación con los civiles en casos excepcionales, con el propósito de educar y fortalecer la conexión entre la sociedad y el mundo espiritual.
Un cegador no debe blandir sus habilidades en contra de otro, a menos que sea por defensa propia, se encuentre en un ambiente controlado o tenga la certificación para ello. Disputas entre clanes deben ser resueltas de manera pacífica.
Si un cegador hace un voto sagrado, debe cumplirlo sin excepción. Los votos a los espíritus o deidades son un compromiso serio que no debe ser tomado a la ligera.
Los cegadores tienen la responsabilidad de proteger los lugares sagrados y los santuarios de su clan de profanaciones y daños.
Un cegador siempre debe cumplir sus misiones, de verse incapacitado es su obligación derivar el trabajo a otro que pueda efectuarlo.
Al acabar una misión de forma exitosa se debe escribir un reporte y debe ser enviado al clan en conjunto a todas las ganancias recaudadas. El pago de un cegador es otorgado por el clan, no por el cliente.
Los cegadores deben proporcionar informes precisos y honestos después de completar una misión. La distorsión de la verdad puede llevar a decisiones equivocadas por parte del consejo de clanes.
Los cegadores tienen la responsabilidad de preservar y transmitir las historias y la sabiduría ancestral de su clan a las generaciones futuras para mantener viva la tradición.
Un cegador jamás entrará al corazón de otro clan sin previa autorización. A menos que se trate de una emergencia que le involucre a ellos también.
Un cegador no descuidará su cuerpo e integridad física para volverse lento y débil.
Un cegador siempre aspira a mejorar, estando en un constante entrenamiento.
Si un cegador comete un crimen debe ser castigado por su propio clan, si un cegador comete un crimen o falta hacia otro clan ajeno al suyo, corresponde al clan afectado ejecutar un castigo antes del castigo aplicado por el clan de origen.
Los cegadores no deben utilizar sus habilidades con fines comerciales, como la adivinación o la manipulación de eventos para obtener beneficios financieros. Tus habilidades se te fueron otorgadas para proteger, no para beneficio propio.
Aquí, en este lugar, la última firma pone en regimiento este documento, en donde se establecen una serie de normas por la que cada uno de nosotros deberá vivir y morir.
Cada cegador deberá vivir con el propósito de mejorar cada día y superar sus límites, solo para encontrar unos nuevos más adelante en el camino. Deberá crecer en pos de otorgar honor a su clan y sacrificará su ser protegiendo a aquellos a quienes nació para cuidar.
Cada bendición que has ganado por tu derecho de nacimiento y por cada segundo de trabajo que has puesto en pulir tus habilidades no existen con el fin de dañar a aquellos más desdichados que tú, muchos menos con la idea de causar infortunios a tus pares. El mejor pago que puedes hacer a los cielos y la tierra de haber tenido la suerte de poseer tales nobles habilidades es ponerlas en práctica para hacer de este mundo uno mejor, que tu nacimiento haya tenido un sentido en esta vida.
Esta normativa no existe solo para evitar que el fuerte dañe al débil, ni tampoco para ejercer una autoridad desmedida sobre aquellos bajo nuestro liderazgo. Al contrario, si estamos aquí, ahora, y mis manos se deslizan determinadamente sobre el papel, llenándolo de la tinta de mi firma, es porque con esto espero asegurar la felicidad y la integridad de cada uno de mis cegadores, de las familias que forman, de las comunidades que crean y de su valor como personas.
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