Karibidia

En este universo lleno de maravilla y de horrores por el mismo lado de la moneda de cobre, se ciernen los planetas del panteón que domina y protege uno de los pocos estandartes, aún no libres de peligro, de lo que es bueno. Todas las especies pertenecientes a Karibidia son y fueron instruidas con la más absoluta de las verdades, y es que, de planetas, pocos hay en los que encontrar un refugio. Aquí no hay paz; nunca dejará de haber guerra, pero hay libre albedrío, y mientras sean los mortales capaces de solucionar sus problemas, los dioses se negarán a intervenir. Ellos no portan con tal propósito de hacer de déspotas o de paladines para quienes no piden ser salvados. Algunos pueden saltarse reglas o, de otro modo, se les permite actuar bajo ciertas condiciones, mas su trabajo no es ese. Mientras haya allá afuera gentes, civilizaciones, panteones y singularidades que busquen acabar con todos ellos, los señores de estas tierras, cielos y mares jamás dejarán de luchar; mientras haya allá afuera protección para quienes están adentro, los vivos sobre la tierra, en los mares y surcando los cielos no dejarán de creer. Esto es Karibidia, un mundo de maravilla cruel; un mundo de horrores esperanzadores; un mundo lleno de alegría como de tristeza y dolor, pero con libertad; dulce libertad cual baña cada pequeño átomo de este lugar. Bajo el manto de Amarydae, nadie deberá temer. Mientras esté ella y su fiel panteón la acompañe, todo estará bien. Fuera de Karibidia existen horrores más allá de la comprensión, así como déspotas y torturadores quienes no ven mayor significado a la existencia más que el de hacer el mal, o tal vez el bien bajo los peores medios imaginables. Lo que pueda proteger Amarydae; lo que pueda proteger el resto de su panteón; lo que puedan proteger incluso los ciudadanos de esta nación intergaláctica, lo guardarán y ampararán hasta que la flama de sus vidas se apaguen, pero mientras puedan salvar a más, ninguno de ellos se quedarán de brazos cruzados. Karibidia, hogar de valientes templarios y sacrificadas divinidades; el estandarte de la libertad... Y el último en toda la galaxia...