Crónica del Vientoligero: Epílogo

El final del viaje del Vientoligero llevaría a un cambio importante en el paradigma de Kalh y en como la Esencia se distribuye por el mundo. Deel'Armil finalmente logró su cometido, destruyendo la Rueda de las Almas, aquel antiguo artefacto jhoireano que mantenía el equilibrio de la Esencia y el ciclo infinito de la Corriente. Desde entonces, la Esencia que se ve libre en el mundo, ya sea por el ciclo natural de la vida, por el uso de magia, o por cualquier otor motivo, no fluye hacia las raíces de la tierra de manera continua como lo hiciese antes. El impacto inmediato, claramente, es que esa Esencia ya no volverá a la Espiral Infinita para, en algún momento futuro, volver a Kalh en forma material. Además, también podría existir un impacto en el uso de la magia.

La verdadera naturaleza de los dioses, también, ya se ha hecho pública, aunque quizá su impacto no sea visible hasta dentro de un tiempo. Pese a ello, el clero se ha visto nervioso, y los dioses atraviesan ahora un periodo de silencio y estudio. Salvo la Iglesia de Crig Han, donde la revelación viene a ser la confirmación de sus creencias: sólo existe un único dios, y este es Crig Han.

Como sea, Kalh ahora comienza una reestructuración, principalmente desde lo místico y lo divino. Cierto es que esto no será algo que afecte en gran medida la vida del kalhés común y silvestre, para quienes su mayor preocupación es llevar comida a la mesa y poco le interesan las viscisitudes del mundo metafìsico. Evidentemente, en el Archipiélago de las Cenizas si se ha provocado toda una revolución sociopolítica.

A continuación, se detallan que fue de personas, organizaciones y lugares que se vieron afectados por los sucesos de las Crónicas del Vientoligero.

Aben Cantosombrío había sido siempre un joven atormentando, huyendo de su pasado y sus propios fantasmas. Pero el viaje en el Vientoligero le cambió. Encontró un propósito y se fortaleció, y si bien hasta el final se sintió un títere empujado a oscuros desiginios, condenado a la muerte, se equivocaba. Con el pacto con Ceremh roto por el poder de Deel'Armil, el joven pudo por fin liberarse de su pasado para construir un futuro. En una íntima ceremonia, se casó con Umbill Blethorne, compañera del Vientoligero, con quien luego viajaría a La Frontera Salvaje para establecerse en Aer'Melian Da y vivir en paz.

El guerrero fremen se convertiría en un Hoiki, un guerrero sagrado de su pueblo. Además de transformarse en capitán del Vientoligero. Los sucesos acontecidos en Huitzotla reafirmarían su fe en los Guardianes del Archipiélago, y Asura Drock se volvería una figura reconocida y reverenciada por los fremen, recibiendo además la bendición de la reina Umaq. Asura, luego de un descanso, volvería a hacerse a la mar, ahora con otro objetivo en mente: encontrar la forma de reparar la Rueda de las Almas.

Luego de su intercambio con Deel'Armil, y roto los vínculos tanto con Mannanan mac Lir como con Nazaraeta, Ian por fin se sentía libre de decidir por sí mismo. El Primogénito, en uno de sus últimos actos en Kalh, había intervenido para traer a Aer'Melian Da de regreso a este plano, e Ian volvió a su hogar, con las alforjas llenas de experiencias para volver a vivir en tranquilidad con su familia, y con Aben Cantosombrío y Umbill Blethorne, quienes se asentarían también en la aldea.

Idril volvería por un tiempo a la Arboleda de Ffestyn, aunque con el tiempo su espíritu se volvería a inquietar. A fin de cuentas era una viajera errante, igual que su madre. No tardaría en tomar contacto con Asura para volver a tripular el Vientoligero, convirtiéndose en la contramaestre de la legendaria embarcación. Y esta vez no navegaría sola: Ruan, su fiel compañero animal, ahora viviría sus mismas aventuras.

El primogénito finalmente cumplió su objetivo. Rompiendo la Rueda de Huitzotla, cambiaría irremediablemente el curso de la Corriente, haciendo notar su presencia y sus designios. La Corriente de las Almas fluiría ahora más lenta, y la Esencia ya no regresaría a la Espiral Infinita como antes, provocando, entre otras cosas, que ya no se podría traer de regreso a los muertos. Gracias a la intervención de la tripulación del Vientoligero, el propio Deel'Armil utilizaría su poder para albergar a aquellas almas que quedaran varadas en la Corriente, dándoles consuelo en su abrazo hasta que todo se reestableciera a su génesis. Pronto, por todo Kalh, clero y seguidores del Primogénito se dispersaría. Unos volvería al Heraldo; otros, perdidos, buscarían donde sustentar su fe; y otros, más osados, pregonarías las revelaciones de Deel'Armil: los dioses una vez fueron mortales, y hoy manejan los destinos de Kalh a su antojo y capricho.

Gracias a la intervención de la tripulación del Vientoligero, el Guardián de las Eidh-Ced recuperaría la cordura, y formaría parte activamente de la persecución de Deel'Armil, dándoles una pequeña fracción de su poder a los héroes que lo perseguían. Luego de los sucesos acontecidos en Huitzotla, junto con Svashmarys guiarían a los fremen en su camino hacia la recuperación de las antiguas tradiciones.

La antigua sierpe azul Svashmarys, uno de los Guardianes del Archipiélago, formó parte activa de la persecución de Deel'Armil una vez fuera liberado de las garras de los Azotamares. Una vez revelada Huitzotla y neutralizado el Primogénito, Svashmarys y Nazaraeta continuarían protegiendo las islas, revitalizando su leyenda y el vínculo con los fremen.

Protagonista de nuestra historia, luego de su regreso triunfal desde Huitzotla, la ahora legendaria embarcación continuaría extendiendo su legado. A manos del Capitán Asura Drock, el Vientoligero continuaría surcando los mares del Archipiélago de las Cenizas para difundir el mensaje fremen y trabajar por la unidad y prosperidad de su gente. Y aún mas importante: su tripulación comenzaría una cruzada para reparar la Rueda de las Almas.

Con el triunfo de la Confederación Fremen en la carrera hacia Huitzotla, el poder de los nativos se vio reforzado. Los radicales mahaki ganaron también más influencia y la CMD comenzó a ser hostigada en todo el Mar de las Cenizas. Sería cosa de meses para que sus operaciones comenzaran a ser boicoteadas por seguidores de Nazaraeta, y casi un año después, la Compañía Mercantil de Domhull, diezmada y empobrecida, abandonaría el Archipiélago de las Cenizas dejando atrás el tan preciado ethum.

La CIA serían los primeros derrotados en la carrera hacia Huitzotla, y los que más perdieron. Acusados de conspiración por la explosión en su polvorín de Itlan, fueron juzgados y encontrados culpables, siendo expulsados del Archipiélago de las Cenizas. Y a diferencia de la Compañía Mercantil de Domhull, los Imperiales no tenían operaciones en otras regiones hacia donde volver la mirada. La Compañía Imperial del Archipiélago sería desmantelada por Ephen IX, en otro duro golpe al Imperio de Daran

El hogar de los Tuatha ag' Llyne quedaría abandonado tras la partida de estos hacia el oeste. Con el tiempo, los fremen recuperarían la isla y volverían a ocupar el Faro Llanfairf, el que serviría por decreto de la reina Umaq como depositorio de la sabiduría ancestral de los clanes fremen.

La capital de la Confederación Fremen seguiría manteniendo su estatus como la ciudad más importante los fremen. Ya no tan cosmopolita como antes, con la expulsión de la Compañía Imperial del Archipiélago y la retirada de la Compañía Mercantil de Domhull, la ciudad volvería poco a poco a sus raíces. El Templo de Oaxcos se convertiría en un lugar de peregrinae para los nativos y la ruta hacia él se volvería segura. Y aunque muchas de las tribus clamaban por @huit como capital, la reina Umaq se mantuvo firme en su decisión de permacener en Itlan. Al menos hasta que la Ciudad Dorada fuese restaurada.