Teleférico Lavacalda

Permitir el transporte eficaz entre el Pueblo Lavacalda; situado en la parte alta de la ladera de la montaña, con la base de la misma. Gracias a la construcción del teleférico las gentes de la zona no necesitan subir o bajar cuestas empinadas, atravesar caminos estrechos y angostos, ni correr grandes peligros para salir o llegar a sus hogares.

El espacio interior está diseñado especialmente para hacer la espera lo más apacible posible. Cuenta con pequeñas máquinas expendedoras, sofás cubiertos de cuero de colores anaranjados que generan un buen contraste con los colores blancos y metalizados del suelo y las paredes, macetas con plantas propias de la zona volcánica, altavoces que emiten dulces melodías y anuncian la llegada y salida de las cabinas y un puesto de información para que nuestro viaje de los mejores resultados posibles.

Aunque el primer prototipo de teleférico se construyó a kilómetros de distancia del que conocemos hoy en día; los materiales que se utilizaron y la resistencia de los mismos al desgaste del clima y los Pokemon no fueron suficientes para que se catalogase como un transporte seguro. Con los años, los materiales originales se sustituyeron por metales con una gran resistencia y flexibilidad; esto, junto al nuevo diseño del edificio en un nuevo emplazamiento cubierto de los fuertes vientos, dan lugar a un transporte eficaz que devuelve la vida al Pueblo Lavacalda transformándolo en un centro turístico muy importante para la región.   Esta construcción cambia completamente la situación en la que se encontraba la población de Lavacalda: los recursos que venían de Malvalona sólo podían ser transportados hasta el pie de la montaña y eran los propios habitantes los que tenían que subir y bajar la montaña con los materiales y recursos para poder sobrevivir.