Uraymanta

Dios de la Oscuridad y Controlador de Enfermedades   Uraymanta es uno de los dioses conocidos como los Olvidados, quienes surgieron para poner fin a los conflictos entre dragones y gigantes en la era primigenia. Con su guía, los primeros pobladores de Tír nan Ryu fundaron Aurora Lux, una civilización que prosperó bajo la protección de los Olvidados. Sin embargo, a pesar de sus enseñanzas, los ciudadanos cayeron en decadencia, llevando a la destrucción de su cultura y al Ocaso de los Dioses.   Uraymanta se representa como un gigantesco murciélago humanoide, una figura imponente rodeada de hilos plateados que simbolizan su control sobre la oscuridad y las enfermedades. Su apariencia es un reflejo de su dominio sobre las sombras y su capacidad para manipular las plagas y dolencias. Los hilos plateados también representan el delicado equilibrio que mantiene entre la vida y la muerte.   Como dios de la oscuridad y controlador de enfermedades, Uraymanta puede desatar plagas o curarlas según su voluntad. Su poder reside en la capacidad de infundir miedo y respeto, recordando a los humanos la fragilidad de su existencia y la inevitabilidad de la muerte. A través de su control sobre las sombras, puede moverse silenciosamente y afectar el mundo de maneras sutiles pero devastadoras.   Uno de los mitos más importantes de Uraymanta es su papel durante el Ocaso de los Dioses, cuando su poder e influencia crecieron a medida que la decadencia se cernía sobre Aurora Lux. Se dice que Uraymanta jugó un papel crucial en intentar mantener el equilibrio, desatando enfermedades para purgar la corrupción y utilizando la oscuridad para proteger lo que quedaba de la civilización.   El culto a Uraymanta no era ampliamente aceptado en la era dorada de Aurora Lux, pero era respetado por su papel en el equilibrio del mundo. Los ciudadanos le ofrecían sacrificios para librarse de enfermedades y obtener conocimientos ocultos de las sombras. Los rituales incluían ofrendas de alimentos y animales, así como ceremonias nocturnas para invocar su protección y sabiduría.   Tras el Ocaso de los Dioses, el culto a Uraymanta cayó en el olvido. Sin embargo, su influencia nunca desapareció del todo, y en tiempos de crisis, su nombre aún se susurra en las sombras. Los pocos devotos que quedan creen que Uraymanta dejó señales ocultas en antiguos textos y ruinas, esperando ser redescubierto por aquellos que entienden la importancia del equilibrio entre la luz y la oscuridad.   En la actualidad, se dice que Uraymanta sigue vigilando desde las sombras, manteniendo un equilibrio precario en el mundo. Aunque su figura es temida, su papel como guardián de la salud y la muerte es reconocido por aquellos que comprenden la dualidad de su naturaleza. Los hilos plateados que lo rodean son un recordatorio constante de su poder y su influencia sutil pero omnipresente.   Uraymanta personifica la necesidad de equilibrio en la vida y la importancia de reconocer tanto la luz como la oscuridad. Sus historias enseñan que la oscuridad y las enfermedades no solo son fuerzas destructivas, sino también elementos necesarios para mantener el orden y purgar la corrupción. A través de su culto, se aprende la importancia de respetar las fuerzas naturales y aceptar la fragilidad de la existencia humana.   Uraymanta fue de los pocos que su culto se mantuvo "activo" gracias a los serpianos, aun que el nombre de Uraymanta se ha perdido con el tiempo referencias al Oscuro persisten, acompañado de la imagen de este murciélago decadente y terrorífico que acecha en las sombras.