El Rey Plateado

Aryz Thal Rith Ingeri, conocido como el Rey Plateado, es un imponente dragón plateado que ha dejado una huella indeleble en la historia de Ingeri y de todo Kiutako. Su majestuosa cornamenta y su amor por la música, que incluso le lleva a utilizar su cola para tocarla, son características que lo distinguen. A pesar de su inmensa fortuna y estatus como alto señor de Kiutako, Aryz persigue un tesoro diferente: la amistad.   A lo largo de su larga vida, Aryz ha emprendido la búsqueda del conjunto conocido como el “Set del Mal", aspirando a poseerlos como elementos decorativos, como su "Demonomicon" y para completar su colección busca el Caldero del Mal. Esta búsqueda constante, combinada con su prolongada existencia, ha agotado al Rey Plateado, pero la pasión por el arte y la belleza persiste en su ser.   Aryz valora profundamente las amistades que ha forjado a lo largo de los siglos. Entre ellas, destaca Arveia Ontor Lothor Vaer, una dragona plateada a quien cuida como a una hermana menor. Además, comparte una estrecha amistad con Angelus, un vampiro aficionado a la filosofía, que desempeña el papel de mano derecha de Aryz. Estos vínculos son su verdadero tesoro, y ha compartido innumerables aventuras y momentos con ellos.   Como miembro de los 5 grandes de Kiutako, Aryz desempeñó un papel clave en la resistencia final de Tír nan Ryu, contribuyendo a sellar al Rey de la Tempestad. Posteriormente, estableció su dominio en el sur, bajo las montañas conocidas como "las Fauces", creando la prefectura de Ingeri. La ciudad subterránea que construyó se convirtió en una fortaleza minera, destacando en la minería, escultura y arquitectura.   En la segunda mitad del décimo siglo, Aryz peleo junto a los grandes señores en la Guerra de Kuitako, donde se unieron nuevamente para someter a los insurgentes. Tras la guerra, Aryz asumió el título de Rey Plateado y decidió disfrazarse para mezclarse con los mortales, encontrando diversión en esta práctica. Aunque en sus disfraces siempre resalta la peculiaridad de sus ojos plateados y una aura de solemnidad.   Durante sus viajes, Aryz adoptó a Aiden, un joven con ojos plateados como los suyos, que se convirtió en su hijo. Juntos exploraron Kiutako, y Aryz compartió su sabiduría y algunos modismos con Aiden. Sin embargo, la tragedia golpeó cuando Aiden fue exiliado a Drakenlander debido al interés de Ragoth, el Señor del Cambio. Aunque adoptó a otros niños como Amaya y Takumi, la conexión que tuvo con Aiden siempre fue única.   Después de la desaparición de Aiden durante los eventos de la vorágine, Aryz cayó en una profunda depresión. La responsabilidad de cuidar su ciudad fue delegada a Angelus y su consejo de Yuan-tis, mientras que Takumi y Amaya intentan sacarlo de su melancolía, alentándolo con su arte. El Rey Plateado ha desaparecido del ojo público, vagando por Kiutako en busca de respuestas y consuelo.   Aryz Thal Rith Ingeri, el Rey Plateado, es un ser cuyas acciones y relaciones han dejado una marca perdurable en la historia de Kiutako. Su búsqueda constante, sus amistades entrañables y las vicisitudes de su vida han moldeado la prefectura de Ingeri de manera única.