El rey de la Tempestad

King Ghidorah   Los Olvidados se alzaron como dioses tras los conflictos entre dragones y gigantes en la era primigenia, frenando estos conflictos y guiando a los primeros pobladores de Tír nan Ryu a fundar Aurora Lux, la primera civilización. A pesar de sus enseñanzas, los ciudadanos cayeron en la decadencia, llevando a su destrucción y al Ocaso de los Dioses.   King Ghidorah, conocido como el Rey de la Tempestad, es una figura que personifica el caos y la furia de las tormentas. Representado como un imponente dragón dorado de tres cabezas en los grabados antiguos, su figura inspira temor y reverencia en igual medida. Carente de garras delanteras pero dotado de enormes alas capaces de eclipsar el sol, sus tres cabezas serpentean en el aire, cada una con una expresión de furia incontrolable. Dos colas, que parecen luceros del alba, serpentean detrás de él, dejando un rastro de muerte y desesperación.   King Ghidorah encarna el poder destructivo de las tormentas y el caos. Su llegada es anunciada por cataclísmicos eventos naturales: huracanes, terremotos y erupciones volcánicas. Cada una de sus cabezas puede controlar un aspecto diferente de la tempestad: el rayo, el viento y la lluvia, desatando un furioso vendaval sobre sus enemigos.   La leyenda cuenta que King Ghidorah surgió de las sombras durante el Ocaso de Aurora Lux, enfurecido por la caída de esta esplendorosa civilización. Desató su ira sobre el mundo, desencadenando un cataclismo apocalíptico. Se convirtió en el arquitecto de la destrucción, su furia devastando continentes y sumiendo a Gaeia en el caos.   En su paso por el este, enfrentó al ejército humano, que lo desafió con una de las armas dejadas por Imperios Alfarum. La batalla fue feroz y dejó a Ghidorah marcado con inmensas cicatrices. A pesar de la tenaz resistencia de dragones, gigantes y hombres, la guerra continuó por meses.   Finalmente, King Ghidorah fue sellado por la resistencia final de Tír nan Ryu. La batalla fue tan feroz que uno de los selladores perdió su forma corpórea en el proceso, convirtiéndose en un recordatorio sombrío de la ferocidad de la batalla. Aunque su culto desapareció, dejó atrás una profecía que habla de su regreso para reclamar su dominio sobre las ruinas de una Gaeia devastada.   El culto a King Ghidorah era temido y evitado, pues simbolizaba la aniquilación y el caos. Sin embargo, algunas sectas oscuras adoraban su poder destructivo, viendo en él una forma de purificación a través de la destrucción. Los rituales de su culto eran sombríos y se realizaban en secreto, con ofrendas y sacrificios para aplacar su ira.   La profecía del retorno de King Ghidorah siembra el temor entre aquellos que conocen su historia. Se dice que un día volverá para reclamar su dominio sobre las ruinas de una Gaeia devastada. Su culto se aseguró de destruir toda forma de representarle para evitar que su imagen inspirara más caos.   El legado de King Ghidorah persiste en las cicatrices de la tierra y en la memoria de aquellos que sobrevivieron a su furia. La historia de su ira y la batalla final que llevó a su sellado sirven como un sombrío recordatorio de la fragilidad de la paz y la omnipresencia del caos latente. Los antiguos monumentos y las ruinas de Aurora Lux están plagados de símbolos y advertencias sobre la temida criatura, recordando a todos la delgada línea entre la civilización y la destrucción absoluta.