Clase Invocador

"No conjuro. No lanzo fuegos artificiales. Yo abro puertas. Y dejo que ellos crucen."

Los invocadores son herejes del arte arcano, practicantes de una magia tan antigua y peligrosa que fue enterrada por el temor, no por la ignorancia. A diferencia de los magos, clérigos o druidas, los invocadores no alteran la realidad con fórmulas ni canalizan energías divinas. Ellos negocian, encadenan o manipulan entidades que existen más allá del velo, y las traen al mundo con una sola orden: luchar.

Estudiar para ser invocador no es simplemente dominar un arte, es una transformación. El mundo no los quiere, y quizá con razón. Sus métodos son extremos, sus fuentes de poder, inquietantes. Donde caminan, los sabios bajan la mirada y los dioses se mantienen en silencio.

Muchos pierden la mente antes de dominar a su primer ente. Algunos desaparecen en medio de rituales mal calculados, consumidos por aquello que pretendían invocar. Pero los pocos que sobreviven… los que imponen su voluntad sobre el caos… esos se convierten en armas vivientes. Comandantes de horrores, custodios de lo impensable, hacedores de ejércitos en miniatura.

Creación rápida

Para crear un Invocador rápidamente, considera que tu inteligencia debe ser la más alta, seguida de constitución para sobrevivir al esfuerzo físico y mental. Elige el trasfondo de erudito, marginado, o hereje si quieres resaltar tu conexión rota con el mundo "civilizado". Piensa en qué viste, qué aprendiste o qué te fue revelado que te impulsó a dedicar tu vida a controlar aquello que nadie más se atrevería a nombrar.

Equipo inicial

Comienzas con el siguiente equipo, además del equipo otorgado por tu trasfondo:

• (a) un estoque o (b) un látigo
• (a) un arco corto con 20 flechas o (b) un chakram
• (a) un libro de invocación con tinta ritual o (b) un talismán grabado con runas
• Una armadura ligera (cuero endurecido o equivalente), un componente arcano (como un anillo, bastón o colgante), y una mochila de invocador (contiene tiza ritual, tres velas negras, una daga de obsidiana sin filo, 10 metros de cuerda de plata, una manta y un frasco con tierra de cementerio)