Los Ferrero

Zet capturó a unas cuantas de estas personas que habían perdido la cabeza y se teleporto junto con algunos más ciudadanos sanos hasta las puerta del templo de Zechi en Abjanel. Allí dieron refugio a los pobladores de la ciudadela y tomaron dos de los infectados para investigarlos, la ayuda de Zet fue indispensable para tratar nuevos metodos que ayudaran a arrojar luz sobre lo que les había pasado

Dante continuaba inconsciente absorto en una visión en la que hablaba consigo mismo. Decidió perdonarse, aceptar todo lo que había pasado y continuar luchando y recorriendo el camino de Zechi. Poco después despertaría y se reuniría con su amigos una vez más.

El grupo se fue de compras hasta donde Darael, donde vendieron el botín que habían recolectado tras la lucha con Suknas. Flek logró cerrar un lucrativo trato con PinPin tras compartir la historia de cómo habían conseguido estas armas y armaduras. Allí todo el mundo se abasteció de objetos mágicos alistándose para la próxima aventura.

Kradmus fué al templo de Lerman buscando cualquier información que le ayudara al grupo a avanzar en su cruzada contra el señor de la Sangre. Allí recibió la información de un noble que se hacía pasar por un cuchilla de la fortaleza en Meikos. Tras lanzar una adivinación lograron obtener en una críptica frase más información, que Al Kernagis ayudó a esclarecer dando el nombre de Ferrero, una antigua familia de nobles en Meikos.

El grupo se fue a la fortaleza en Meikos para hablar con Lyrdigon, un antiguo contacto de Dante. Allí explicaron la situación al poderoso mago quien increiblemente fue bastante comprensivo y cooperativo. Junto con Flek comenzaron a idear un plan para atraer al noble y hacerlo salir de su disfraz para asi confrontarlo y poder completar la misión que había dejado empezada. Se llegó al plan de inventar un intercambio comercial con la ayuda de Al Kernagis.