Calma después de la tormenta

Han pasado casi dos luxantes desde que comenzaron su cruzada en contra del Señor de la Sangre. Han perdido compañeros en el camino, y los que sobreviven aún sienten el dolor de las cicatrices que les ha dejado este camino. El grupo confío en Lerman para ayudarlos en esta batalla pero tras su gran sacrificio y su éxito al vencer a Araik Ipsion no consiguieron mucho del Experimentador. Tras su gran decepción decidieron que era un buen momento para descansar y analizar sus opciones.

Zet’ regresó al templo de Nancrix para continuar con la investigación sobre su patrón. Allí le prometieron llevarlo a otro de los templos de su señora para que pudiera conocer más sobre la historia de La Ejecutora. Una vez allí lo llevaron frente a un muro que parecía moverse, este contaba la historia de cómo Nancrix tomó la vida de Caeven. En este templo también descubrió que el arma absorbía la sombra de enemigo.

Kradmus decidió buscar instrucción para continuar con su camino de la cosmología. Lo encaminaron hasta una lejana montaña donde conoció a un peculiar individuo. Este parecía estar en armonía con los buhos que habitaban el lugar. El sujeto primero evaluó el conocimiento del druida y le dió una pequeña tarea para su próxima lección. Tras esto el druida decidió centrar sus esfuerzos en buscar un objeto de teletransporte.

Nura fue al templo de su señor Lerman para buscar más conocimiento sobre la Reliquia de la nigromancia. Como ofrenda a su señor entregó el arco que el grupo tenía previsto guardar en caso de enfrentarse a un enemigo poderoso. Tras darse cuenta de su error intentó recuperar el arco. El grandioso Lerman prometió devolverlo si prometía vigilar un lugar por un periodo de tiempo.

Flek buscó instruirse en distintas áreas de conocimiento con el fin de convertirse en un Investigador. Consiguió que académicos de varias áreas compartieran su conocimiento con él. También continuó su instrucción como paladín en el templo de la Guardiana.

Dante continuó su búsqueda de objetos mágicos para aumentar su poder, esto con el fin de proteger sus compañeros. También decidió pasar tiempo con su hermano, Cenizo. Hablaron sobre el pasado, Cenizo compartió sus pensamientos tras su corta estadía con So y de la culpa que sentía por la muerte de los marineros que Dante contrató para que lo llevaran a La Trínsula en pleno Sexmón. Dante se comprometió de conseguirle un objeto que le permitiera hablar más libremente