Sefer
Príncipe Abismal de la Reclusión.
Dominios divinos
Es el cuarto príncipe abismal. No comanda ninguna legión abismal al no ser un señor abismal. Es parte de la corte del Señor Abismal de la Reclusión. Es conocido como el príncipe de los filósofos; favorece a todos aquellos que desean desentrañar los secretos y misterios del Universo y la existencia misma. Aquellos que llegan muy lejos y no saben cómo lidiar con todo lo que aprenden por medio de Sefer son llevados a la locura para toda la vida.
El cuarto espíritu menor del Abismo es Sefer. Es un noble de habilidades predominantemente desconocidas. Prácticamente nunca se le ha visto en conflicto. Una secta de cultistas lo sigue constantemente para aprender de él, nutriendo sus almas y cuerpos de los fluídos derramados constantemente por su frágil cuerpo. Los sectarios consideran esta extraña mezcla de líquidos internos una fuente de conocimiento y poder, al provenir del Príncipe de los Filósofos. Su malformado cuerpo es vestido por una túnica blanquecina, arrugada y manchada por aquello que fluye constantemente de él. Es decorado por anillos y vestiduras metálicas del color del bronce y ornamentadas con los patrones que se asemejan al fundamento metafísico de toda existencia. Una máscara de metal oculta su rostro, lo cual se dice que es para evitar ver la expresión de un ser al que se le han revelado todos los secretos del Universo.Poco se sabe de aquello que Sefer puede controlar. No obstante, se conoce que Sefer es capaz de iluminar a los demás con conocimiento hermético. Aquellos que lo adoran han sido pioneros de importantes avances tecnológicos en Mondo y en el Abismo. Quienes abusan de los saberes que Sefer puede brindar son conocidos por caer en una irremediable locura, la cual en muchos casos lleva al suicidio.
Dogmas de fe
Los únicos dogmas de fe aparente de Sefer son la búsqueda de conocimiento. Sus discípulos, como Damat, son neutrales a los sucesos en el Universo y lo que lo rodea. Estos simplemente se interesan en entender el porqué y el cómo de las cosas, al punto en que son capaces de herirse a otros o a sí mismos si es necesario.
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