Paz Abismal

El Periodo de Entreguerras del 1 e.M. al 4 e.M., también llamado la Paz Abismal, fue un tiempo en que las monarquías dirigidas por los nuevos Generales Abismales en Nulvín vivieron en una paz relativa. Durante este tiempo, los diferentes Generales consolidaron su control sobre las tierras y se llevaron a cabo diferentes insurrecciones intestinas pero que no afectaron a la manera en que los nuevos reyes abismales se relacionaban entre ellos.   La razón por la cual el Reino Eranorista Isnudo-Enruvés no participó en ningún conflicto con los reinos aledaños fue a causa de su inestabilidad interna. Tras la Primavera Negra, Ternlot apenas combatía para conquistar Evníd e Isnúd. Luego de eso, comenzaron sus batallas para tomar Enrúv hasta que, en el 2 e.M., un general de división se colocó en su contra y apoyó una insurrección en la capital con dinero y armas para intentar destronarlo y tomar él el poder. Para el final de esta guerra civil, el reino estaba sangrando por todas las bajas militares y la reestructuración del ejército.  

Reino Eranorista Isnudo-Enruvés

Reformas enruvesas

Reformas educativas

Además de comenzar el proyecto de Navdék (luego conocido como las Fábricas Pútridas) ubicado en el centro de una Grieta Abismal, Ternlot trabajó en reformas educativas que llevaron a una reestructuración de las funciones de las universidades. Se crearon los centros de instrucción ciudadana y los centros de instrucción técnica, los cuales tenían como fin promover nuevas generaciones de ciudadanos productivos y no envueltos en meras especulaciones metafísicas.  

Relaciones entre la Nobleza Abismal y la Nulvina

Ternlot entendía que, al aparecer en Enrúv e Isnúd, amenazó a una clase social poderosa que ahora lo resentía. En la búsqueda de mejorar sus relaciones con estos aristócratas del Antiguo Régimen, Ternlot les ofreció continuar teniendo tierras siempre y cuando abandonaran el culto a Erator o sus otros dioses y adoraran a Eranor. Muchos nobles aceptaron, otros rechazaron la oferta. Varios fueron ejecutados.   Para terminar de consolidar sus vínculos con la aristocrecia nulvina, Ternlot Igíran tomó la mano de Ivdel IV Sordslav y tuvieron una hija, a quien llamarían Merég Igíran. Los motivos de Ternlot para casarse y tener descendencia eran múltiples: 1) mejorar sus relaciones con la nobleza nulvina, 2) garantizar que alguien más tuviera sus genes y 3) que este alguien pudiese ser indoctrinado por Ternlot desde su nacimiento para transformarle en un sucesor ideal. Así, Merég se convirtió en el símbolo de la unión entre los nulvinos y los abismales.  

Reestructuración del Ejército

Lo que previamente era conocido como el Cuarto Cuerpo de Ejército Obsio se transformó en el Primer Cuerpo de Ejército Real Enruvés, y pronto dos cuerpos de ejército más fueron añadidos a medida que el tiempo pasó y Ternlot continuó financiando mejoras a su armada. La experimental Mirgendog fue puesta en servicio el 2 e.M., reemplazando los antiguos fusiles de avancarga y favoreciendo el mecanismo monotiro de cerrojo. El ejército de Ternlot comenzó a llamarse a sí mismo el Ejército Real de Enrúv, compuesto por tres cuerpos de ejército que hacían un total de 126,000 soldados para el final del 4 e.M.  

Reformas anti-caninas

Uno de los datos más curiosos del gobierno de Ternlot Igíran durante la paz abismal hace referencia a sus reformas anti-caninas.   Como es bien sabido en Terenar, los perros tienen una afinidad para detectar criaturas impuras. Estos no paran de ladrar alrededor de un espectro o muerto viviente, por lo cual muchas veces terminan roncos, con nódulos, pólipos o llagas en las cuerdas vocales. Además, extinguir este instinto es muy difícil, sino imposible. Por lo tanto, los perros durante el Régimen Abismal de Ternlot presentaban una fuente de contaminación auditiva tan fuerte que ocurrieron masacres de estos animales, al punto en que la especie fue extinguida dentro del territorio (con o sin el consentimiento de sus dueños no-abismales). Eventualmente, Ternlot redactó leyes para prohibir tener estos animales en el Estado, las cuales aún se mantienen hoy en día.