Dominio de las Bestias
Efecto
Existen cuatro cosas que los druidas dominadores de bestias pueden hacer: 1) llamar criaturas vivas (mamíferos, reptiles, aves...) que se encuentren en los derredores para apoyarlos en combate o en lo que sea que estén intentando lograr; 2) comandarlas para hacer lo que ellos digan exactamente (siempre y cuando esté dentro de los límites de las capacidades físicas de esas criaturas 3) coordinarse con ellas de una forma casi telepática; y 4) transformarse en una bestia de preferencia bien sea parcialmente o de manera completa de forma voluntaria y por periodos a decisión propia. En pocas palabras, estos druidas son maestros de la naturaleza bestial; ejerciendo control sobre ella como deseen y cuando deseen, así como también convirtiéndose en ella si lo ven necesario.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios del dominio de las bestias pueden llegar a ser sumamente graves. Aquellos que abusen demasiado de su forma animal es probable que nunca puedan volver a su forma original. Adicionalmente, quienes no caigan en esto comenzarán a comportarse siempre como el animal en que más se transforman (o que más manipulan), lo cual culminará en una extraña pérdida de consciencia y capacidades cognitivas superiores. Los dominadores de las bestias que abusan de su poder pierden la habilidad del lenguaje y ese principio de realidad que les permite comportarse en sociedades, autopercibiéndose como animales y huyendo para vivir en la naturaleza. Es fácil identificar a estos druidas no solo por sus extrañas conductas, sino también por sus ojos carentes de pupilas y porque desarrollan una forma antropomórfica con el pasar del tiempo, similar a los teriántropos.
Manifestación
Es posible identificar un dominador de bestias al observar cómo los animales se comportan alrededor de este cuando se presenta. Todos los animales adquieren conductas sumisas alrededor de un druida que pueda manipular bestias, independiente de que hayan tenido contacto con este o no; lo perciben como un "alpha" al cual hay que obedecer. Incluso aquellos más rabiosos y coléricos tragarán toda su ira para darle paso al druida.
Fuente
La única fuente conocida de este poder es Qhenirt, también conocida como Güenirta. Esto quiere decir que solo los sielevios y cernunos son capaces de aprender la dominación de las bestias.
Deidad o poder superior relacionado
Componentes materiales
La dominación de las bestias no requiere de muchos componentes materiales. Esta es la clase de druida que sí debe vestirse en pieles animales para poder incrementar su relación con las otras bestias, de tal forma que estas lo confundan con una. Algunos druidas usarán collares con dientes de bestias, así como también otros accesorios que utilicen partes de animales.
Rituales y gestos
Los druidas que aprenden el dominio de las bestias proceden a comportarse como cierto animal (en algunos casos) para invocarlo y tomar control de ellos. Por ejemplo, un druida empezará a saltar de un árbol a otro en cuatro patas para llamar a los pumas cercanos y ponerlos a su disposición. En otras ocasiones es tan fácil como simplemente comandar a los animales alrededor, quienes, por voluntad de Güenirta, obedecerán. Más aún, en ciertas instancias el druida podrá rezar para llamar a animales lejanos sin tener que actuar como uno, y los rezos permiten coordinar las acciones del druida con las bestias casi de forma telepática.
Disciplina relacionada
Bestias.
Escuela relacionada
Taumaturgia.
Elemento relacionado
Sacro.
Nivel
El dominio de las bestias es más complicado que el avasallamiento de la naturaleza. Este tipo de arte sacro requiere de familiarizarse con los animales y vivir entre ellos por un tiempo; aprender a "convertirse" en uno a voluntad.
Restricción aplicada
El dominio de las bestias sirve sobre todos los macroorganismos vágiles como los mamíferos y reptiles. No funciona en microorganismos, que es más el reino del Tacto Patológico.
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