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Dios de la Hambruna

Dominios divinos

Los dominios de Tojmukh (/ˈtɑʤmux/) incluyen la hambruna, el sufrimiento y la miseria.   De cierta forma, algunos consideran que Tojmukh es el equivalente de Eranor en la actual Chäksikh (/ˈʧəksix/), una colonia alaírea que actualmente lucha por su independización. Sin embargo, esta interpretación es fruto de la ignorancia y la supeficialidad; la creencia de que, por tocar el tema del sufrimiento, los adoradores de Tojmukh lo hacen de la misma forma que los eranoristas.   Aunque Tojmukh tenga como uno de sus dominios el sufrimiento, este lo ve más bien como algo bueno. De acuerdo a Tojmukh y sus seguidores, las virtudes solo se pueden alcanzar a través del sufrimiento. No se puede ser compasivo, empático, humilde o bondadoso sin antes haber experimentado las consecuencias de una sociedad que carece de estas cualidades; por lo tanto, el sufrimiento es el camino a la iluminación y la perfección del ser.   Mientras que los eranoristas rechazan el sufrimiento, considerándolo algo malo del cual una persona se debe liberar, los adoradores del dios de la hambruna afirman que el sufrimiento es algunas veces necesario para alcanzar todo el potencial moral del ser. Las almas de aquellos quienes sufriendo no alcanzan esta iluminación son guiadas hacia los aposentos de Tojmukh, donde nunca más pasarán necesidades y podrán continuar tejiendo sus virtudes.   Al reconocer el sufrimiento como la forma de purificar el alma, por extensión se torna dios de la hambruna, de la enfermedad, de las carencias y de la opresión. Se dice que Tojmukh ampara a todos quienes sufren estos pesares, guiándolos lentamente al camino de la perfección.

Símbolos y marcas divinas

Los creyentes de Tojmukh utilizan la caja torácica como símbolo de su fe. La sangre suele ser utilizada para pintar cajas torácicas encerradas en círculos, y la visión de una de estas es índice de que cerca personas adoradoras de Tojmukh viven o se congregan. Además de la caja torácica, la mano esquelética extendida hacia el cielo es otro símbolo de la fe, aunque este no tiende a ser encerrado en un círculo.   Los adoradores de Tojmukh no solo utilizan representaciones en sangre de estos símbolos, sino que también utilizan los huesos de creyentes devotos para ornamentar los sitios de adoración. Ellos creen que en los huesos se encuentra la sabiduría que el sufrimiento imprimió en las almas y cuerpos de los fervientes, por lo cual usarlos para decorar (o incluso usarlos como accesorios en el cuerpo) ayudará a transmitirles todo lo que aprendieron.

Dogmas de fe

Tojmukh no es un dios omnipotente. Él solo es una guía para aquellos que sufren. Por esta razón, Tojmukh no puede simplemente tocar a sus seguidores y darles todo lo que necesitan. En cambio, lo único que es capaz de hacer es darles la mano durante tribulaciones para ayudarlos a resistirlas y luego convertirse en personas más fuertes.   El sufrimiento no es malo. En cambio, es una de las formas más rápidas y seguras de alcanzar la perfección en la tierra. Quienes sufren aprenden cualidades y valores como la humildad, el respeto, la bondad, la solidaridad, la misericordia y la empatía. Aquellos que nunca han cruzado momentos difíciles en sus vidas tienden, por el contrario, a nunca desarrollar una sola cualidad positiva.   Existen otros dioses en el mundo. Los adoradores de Tojmukh reconocen a otros dioses tradicionales de Bakset o Bozlen, a quienes incluso suelen rendir culto al mismo tiempo en que creen y adoran a Tojmukh. Por lo tanto, Tojmukh no es una entidad divina exclusivista que rechaza a quienes lo adoran junto con otras deidades, ni tampoco aclama ser la única deidad existente.  

Simbiosis

Los seguidores del Dios de la Hambruna son capaces de controlar los huesos a voluntad propia, similar a los nigromantes eranoristas. Esta habilidad es llamada potestad ósea. Por otro lado, estos también son capaces de dominar su propio cuerpo, limitando cualquier sensación de desgaste, dolor, hambre, sed o enfermedad. Quienes reciben la bendición de Tojmukh logran superar las limitaciones de su mente para continuar combatiendo, lo cual, a pesar de su gran potencial, es un arma de doble filo.   Aquellos que caen en el parasitismo sufren de condiciones mentales similares a la anorexia, en el sentido de que dejan de alimentarse puesto que solamente la necesidad les llevará a alcanzar la perfección. Mientras se dejen llevar por sus necesidades, afirman, no podrán lograr la meta divina de cada seguidor de Tojmukh. Esto los lleva a negarse a comer y a beber; a rechazar la preocupación por su propia salud física, todo con el fin de cultivar la mente al punto de la iluminación.  

Culto de los Nuevos Mesías

Hoy en día, la adoración a Tojmukh se ha separado en dos cultos principales: el viejo y ortodoxo Culto de la Miseria y el nuevo y heterodoxo Culto de los Nuevos Mesías. Mientras que el primero sigue manteniendo sus dogmas y esa neutralidad política que ha enfrascado a los esclavos en una mentalidad pasiva y sumisa, el Culto de los Nuevos Mesías cree que ya los nativos de Ordem ha aprendido su lección y ha alcanzado las virtudes que Tojmukh tanto quería, y es hora de diseminar este mensaje a los extranjeros que se asientan en el lugar y se han mantenido por largas décadas como amos.   Los Nuevos Mesías creen que es hora de crear esa sociedad ideal con base en lo que generaciones de esclavitud le han enseñado a los habitantes de Ordem; es menester acabar con la estructura actual y que los demás miembros de la sociedad sean partícipes del mismo proceso de refinación espiritual. En pocas palabras, es tiempo de acabar con la esclavitud y crear una sociedad más social demócrata, socialista o comunista.   El Culto de la Miseria afirma que los Nuevos Mesías están muy preocupados por cuestiones políticas y económicas, y no lo suficiente en temas espirituales. Por esto, los ortodoxos rechazan a los Nuevos Mesías y buscan activamente censurarlos, así como los Nuevos Mesías están hartos del apoliticismo del Culto de la Miseria y quieren radicalizarlos o sino acabarlos.

Orígenes

Tojmukh empezó a ser adorado durante los años de la colonización kashati-enamesa en Ordem. Se dice que Ter̈ta (/ˈteɾtæ/), en medio de una noche en que la agonía y el deseo de libertad lo consumían, recibió una teofanía. Tojmukh se reveló ante él y, en un largo sueño, aprendió todas las cosas sobre lo divino y el sendero a la perfección. A partir de entonces, Ter̈ta comenzaría a predicar ese mensaje entre los otros esclavos, quienes lo ignoraban constantemente, pues no había ninguna manera en que ser víctimas de la esclavitud podía ayudar a mejorar sus espíritus o sus relaciones con los dioses.   A pesar del rechazo de los demás, Ter̈ta continuó predicando. Sin embargo, un día que los propios esclavos se cansaron de sus desvaríos, lo tomaron y torturaron, preguntándole si el dolor que le estaban inflingiendo de alguna forma lo estaba acercando más a dios. Para su sorpresa, la respuesta de Ter̈ta fue afirmativa. Ante la sorpresa, los esclavos decidieron atarlo a un madero y latigarlo hasta que finalmente murió. No obstante, su muerte no fue el final, pues sus ojos se iluminaron cuando su corazón dejó de latir y sus huesos se deformaron, liberándose de las ataduras de su propio organismo y extendiéndose cual espadas hacia todos quienes participaron en su tortura y asesinato.   Los esclavistas vieron en Ter̈ta un mártir y un mesías cuyo mensaje ayudaría a mantener a los esclavos tranquilos, aceptando el yugo de sus amos siempre y cuando este cumpliera un fin mayor divino. No importaba que los esclavos perfeccionaran sus cualidades y que los amos fueran "imperfectos" bajo los ojos de este nuevo dios, siempre y cuando pudieran seguir extrayendo los recursos locales usando la mano de obra gratuita de los bakseos y bozlenos. Por lo tanto, los esclavistas pagaron a ciertos esclavos para que continuaran diseminando el mensaje de Ter̈ta, y con el pasar de las generaciones se volvió una de las religiones más importantes entre los sectores marginados de Chäksikh.   Desde la popularización de su muerte y martirio, Ter̈ta es conocido como el Mesías de los Esclavos.

Clasificación divina
Dios
Children

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