El Vyramata: El Árbol de la Existencia

La existencia no es una línea recta ni un plano unificado. Para los Eternos, los primeros seres inteligentes nacidos en los mundos sembrados por los Hacedores, la realidad era un árbol inmenso e infinito. Sus ramas se extendían más allá del tiempo, sus hojas albergaban vidas, y cada flor representaba un mundo en sí mismo. Este árbol cósmico es conocido como el Vyramata.   El Vyramata es el entramado físico y metafísico que contiene y conecta todas las realidades: ya sean materiales, oníricas, divinas o caóticas. No es solo un mapa de caminos entre mundos, sino la estructura misma de la existencia. Así como las raíces de un árbol alimentan su copa, el Vyramata nutre y sostiene cada mundo conectado a él.  

Tipos de Realidades en el Vyramata

  El Vyramata no discrimina entre realidades. En su seno coexisten:   Mundos materiales, anclados a las leyes físicas, donde nacen los seres de carne y hueso como los humanos, los elfos o los orcos. Mundos como Ceria, ricos en magia y vida, pertenecen a esta categoría.   Reinos oníricos, nacidos del subconsciente colectivo de los seres que sueñan. Aquí, los sueños se entrelazan con las pesadillas, dando lugar a realidades moldeadas por el deseo, el trauma o la esperanza.   Dominios divinos, forjados por entidades de poder inmenso. En estos planos, los dioses crean realidades que reflejan sus ideales, su voluntad o su vanidad. Allí habitan los avatares, ángeles, demonios y otras formas de lo sagrado.   Realidades caóticas, que no fueron creadas por Hacedores, sino que emergieron espontáneamente como consecuencia del desequilibrio, del dolor, del arte o de la obsesión de los seres conscientes. A veces, incluso un sueño humano intenso puede dar lugar a una dimensión menor.  

El Rol de los Hacedores y los Devoradores

  Los Hacedores son los arquitectos del universo. Crean mundos, definen sus reglas, siembran la vida. Sin embargo, no todas las realidades son directamente su obra: muchas nacen como ecos, reflejos o consecuencias de las que sí lo son. Un niño que sueña con libertad puede generar un plano de esperanza; una deidad frustrada puede crear un infierno involuntario.   Frente a ellos están los Devoradores, entidades que se alimentan de las realidades. Donde los Hacedores dan, los Devoradores toman. No destruyen por odio o maldad: consumen porque deben, porque ese es su papel dentro del ciclo cósmico. Absorben mundos enteros, los digieren, y en el proceso, los eliminan de la existencia.  

Reglas, Conexiones y Viajes

  Cada realidad tiene sus propias leyes, determinadas por su creador o por su proceso de formación. Un mundo puede tener gravedad inversa; otro, tiempo detenido; uno más puede girar en torno al lenguaje como fuente de magia.   Sin embargo, todas estas realidades, tan distintas entre sí, están conectadas por el Vyramata. Quien aprende a fluir entre sus ramas, puede viajar entre mundos, y saber viajar por el Vyramata es entender la existencia misma.

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