Adria Luminis

Historia

Adria Luminis nació en la lejana ciudadela de Argenthal, un antiguo bastión dracónido conocido por su férrea devoción a Helm. Desde temprana edad, Adria demostró una conexión especial con la luz divina, manifestando pequeñas ráfagas de energía sagrada incluso antes de haber sido iniciada en los misterios de la fe. Su naturaleza compasiva y su férrea voluntad la llevaron a ingresar en la Orden del Sol Guardián, donde se formó tanto en las artes de la curación como en la protección de los desamparados.

Personalidad

Adria Luminis encarna la serenidad y la autoridad propias de una verdadera discípula de Helm. Aunque su imponente figura y sus relucientes escamas puedan resultar intimidantes, su voz transmite una calma reconfortante, la seguridad de quien está guiada por un propósito sagrado. Cree firmemente en el equilibrio entre la justicia y la misericordia, y muestra un profundo respeto por quienes luchan para proteger a los inocentes. Su fe es inquebrantable, y su mera presencia inspira valor y esperanza en quienes la rodean.

Apariencia

Con escamas que brillan como plata líquida bajo la luz de la luna, la figura de Adria es casi etérea. Sus largos cuernos siguen de cerca la línea de su cabeza, un rasgo elegante de su linaje dracónico. Viste con túnicas ceremoniales de un blanco inmaculado y azul celeste, adornadas con intrincados bordados en hilo de oro. El sagrado símbolo de Helm —un dragón en el centro de un sol radiante— luce orgulloso en sus mangas y sobre su pecho.

Porta un báculo de madera antigua, coronado con un emblema de sol y dragón forjado en plata y adornado con una gema azul que brilla tenuemente con cada invocación de su poder divino.