Sesión: Unidos en la adversidad
General Summary
Morgan Greyhorn

Muchacho, no existen riquezas en este mundo que paguen el nerviosismo de un marinero...Al llegar a una isla fuera de todo mapa y cartografía disponible el científico convoca a unas criaturas que parecen obedecerlo. A medida que los marineros descargan las cajas, llenas de alimentos e instrumentos extraños que parecían hechos para tortura. Ni bien terminaron los marineros de descargar, las criaturas se abalanzaron sobre ellos como una marea de carne gris y putrefacta. La mitad de la tripulación murió en la captura pero, vivos y muertos pronto serían arrastrados hasta las entrañas de la isla, en una ciudad bajo las olas.
Q'almy Malhor
Como es de costumbre, las tabernas de Levignon son frecuente lugar donde oportunistas, oradores, poetas y músicos cantan y recitan sus textos. Pero hace 5 años un aventurero llegó con su lengua de plata deleitaba el oído de muchos. Sus promesas de grandes descubrimientos y quedarse para siempre en las crónicas de la historia de Argoreth encantaba a muchos jóvenes ávidos de experiencias nuevas fuera de su comarca. Este es el caso de un joven médico semielfo que había crecido entre los viñedos de la hermosa Levignon y que esperaba una oportunidad como esta para salir de aventuras. Entusiasmado por su nuevo lider, Goren Luncan, se convirtió en el médico de la expedición. Esto lo llevó por muchos lados de Maranor y Evariel pero sin duda su mayor hazaña sería el viaje al Este hacia aguas desconocidas.
Ellos solo me obedecen a mi... no podrás acercarte a ellos...Q'almy grita: Quién eres!? Y otro prisionero, lo escucha y comienzan a gritarse datos que puedan servir al escape. Pero no mucho después un gas se filtra y ambos caen dormidos. Flashes de lucidez encandilan a los captivos. Las verdes luces del pasillo central del pabellón médico despabilan por un segundo al pícaro que forcejea con esas criaturas esperando soltarse. En vano pero lo suficiente como para despertar al otro prisionero. Q'almy vuelve en si para ver el pasillo del pabellón y en una de sus entradas, una particularmente desprovista de luz, dos ojos brillan en la oscuridad. Es la última oportunidad ya que un sin fin de sus compañeros no han vuelto de lo que piensan que van a hacerle. "AYUDA", le suplica a esa criatura pequeña, en contacto telepático.
Ha-dar Isk-ur

Peste hospitalaria
Ha-dar Isk-ur decidió seguirlos por los ductos de ventilación, usualmente un mejor camino que la exposición de los pasillos centrales. Ahí pudo observar a los dos bípedos acostados como dormidos en mesas que goteaban un liquido oscuro. Al notar el letargo de los enfermos decidió bajar y ayudarlos como lo habían pedido. Con unas hierbas y hongos recogidos en sus cuevas, los prisioneros despertaron de inmediato para encontrarse con esta pequeña criatura de ojos grandes y saltones que los miraba curioso. Equipandose con lo que los habían despojado deciden abrir la puerta ya que el ducto de ventilación no era apto para una persona de tamaño medio. Morgan Greyhorn rastrea la habitación y encuentra que extrañamente las criaturas que los pusieron allí no poseen instinto propio o de supervivencia, concluyendo esto al ver unas monedas de oro que yacen tiradas a los pies de las camillas en las que se encuentran. La habitación se cierra para el, y decide buscar una forma de salir. Con una certera habilidad el pícaro destraba la puerta con su ganzúa y de inmediato nota la presencia de un ahogado de la otra puerta en estado letárgico. La rana había escapado ya por las tuberías pero un tropiezo al salir revela su posición. Los ahogados atacan a la salvaje criatura generando la oportunidad para que los otros dos héroes escapen de su celda. Sorprendidos por la forma en que Ha-dar-Isk-ur pelea, este saltando sobre el torso de su oponente y aferrándose con una aterradora garra sobrenatural. Comienzan a asestar contra esas criaturas que ahora pueden distinguir mejor. Bañadas por una luz verdosa tenue, las criaturas son mitad mineral mitad orgánicas, con una piel viscosa y gris que exuda un hedor nauseabundo al abrirse ante la hoja de la espada. Un negro líquido burbujeante emana donde debería la sangre. Al darse cuenta de ello, un susurro que Q'almy Malhor nota en su cabeza cambia el escenario cuando desde el pasillo dos de esas moles de carne podrida se acercan a asistir en la pelea. El más cercano al pícaro al recibir daño, se quita una máscara teatral que estaba usando, fruto sin duda de una vida pasada y el grito y la imágen hacen temblar a Morgan quien retrocede para pensar mejor su estrategia. Después de dispensar al ahogado a mano Ha-dar Isk-ur salta al que sigue como si se tratasen de árboles, y de abajo de su capa unas esporas inundan el ambiente. Los no muertos utilizan sus cimitarras oxidadas y contagian con sus cuchillas al médico que huye hacia los consultorios del abandonado hospital. Antes de comenzar a exhibir la nauseabunda enfermedad que transmiten, corre buscando una medicina que lo pueda ayudar. Al llegar a una sala subdividida con cortinas en 8 sectores a ambos lados de la puerta, comienza a buscar entre las camillas, y al escuchar pasos que los siguen, se esconde atrás de una de las cortinas. Morgan Greyhorn aprovecha para asestar a los ahogados y ver como su rapier corta la carne aparentemente sin afectar a la monstruosidad, que se encarga de contagiar al anfibio a pesar de sus esfuerzos se mantiene aferrado para finalizar a la criatura. Al encontrar debilitado a sus dos nuevos compañeros, la furia fermenta la piel de Ha-dar Isk-ur quien muestra sus garras y su piel comienza a cambiar de colores y destella bajo su capa. Con una palabra le brinda un segundo aliento al pícaro que había caído al suelo y con sus garras comienza a picar en la carne del constructo de carne que nada puede hacer al respecto.Un rescate inesperado
Cuando el anfibio apunta sus ojos brillantes en la tenue oscuridad del pasillo a la última abominación de pie, el golem cae como si se transformara de inmediato en una pasta amorfa al suelo. Por su parte el médico escondido tras una camilla agarra su cabeza pero una mano familiar, una mano que reconoce hace 5 años, se extiende para ayudarlo a levantarse. "Tanto tiempo, amigo... ven aquí...", su jefe, su capitán, su compañero, su amigo, Goren Luncan le sonríe y abraza al encontrarse después de tanto tiempo.Velaq Lorenz encontró un lindo gatito
El elfo sorprendido por ver la fractura en el lecho marino que afecta a la mitad de la ciudad, pero al final del recorrido del carro una cara familiar le sonríe. Krauss Winstor encuentra a su compañero incapaz de hacer algún movimiento. El monje felino entra al ascensor y bajan a encontrarse con Valandrea, Larissa (que asustada lastima el pie del felino con un hechizo), y Altalas. La monja se asusta y comienza a orar, sumida en sus pensamientos en este mundo lleno de violencia, cumpliendo una profecía que la lleva a dimensionar el mal que comienza a inundar Argoreth, o tal vez el mal que siempre existió.
PC: Morgan Greyhorn
PC: Krauss Winstor
PC: Valandrea de Penthagast
PC: Velaq Lorenz
PC: Ha-dar Isk-ur
PC: Larissa Pleassure
Fecha del informe
11 Aug 2021
Localización principal
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